Kiki conduce el esférico ante la Lebrijana. Foto: Bernardo Ruiz.
El fútbol inglés es, gracias a los tópicos, una atracción incuestionable para los jóvenes talentos andaluces que compiten en Tercera División, una categoría en la que la palabra sueldo ha adquirido el rancio abolengo de valor primitivo. El mediocentro del Cobre Las Cruces Gerena Francisco Javier Padilla, Kiki, es un valor que cotiza al precio del caviar en el mercado de invierno. Sus dotes de cerebro han cautivado a los ojeadores españoles del Barnsley FC, un conjunto británico de la Football League Championship, una Liga equivalente a la Segunda División en España.
Su nombre ha figurado en las últimas semanas en la agenda de varios clubes del torneo, aunque el Barnsley, un once con 127 años de historia y una Copa de Inglaterra en sus vitrinas, es el que ya ha mantenido contactos formales con su representante, Jesús Rodríguez de Moya. Kiki se crio en la cantera del Punta Umbría, localidad en la que residió junto a su familia por cuestiones laborales. Del conjunto punteño emigró a la Carretera de Utrera, donde se formó en dos épocas diferentes. Del Sevilla FC se marchó, ya en etapa juvenil, para enrolarse en la disciplina de la AD San José, con la que concursó en Liga Nacional Juvenil y en Andaluza el curso anterior, en el que sus estelares actuaciones propiciaron que el Gerena planteara una oferta por su incorporación en la campaña del estreno en Tercera.
Kiki, que en diciembre cumplirá 21 años, es un objeto de deseo en el mercado del grupo IV de Segunda División B, en el que la Balompédica Linense, firme aspirante al play-off de ascenso a Segunda, ya ha trasladado a su apoderado una propuesta firme para cerrar su incorporación, aunque, según ha podido saber El Correo de Andalucía, el paraíso inglés es, en términos financieros, más atractivo que la opción de recalar en la histórica Balona. Cuestión de prioridades.
