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El barrio de Ibarburu de Dos Hermanas encara su segunda transformación

La barriada de Ibarburu sigue con su particular metamorfosis, con el inicio de la segunda fase de las obras de "la mejora de la estructura del barrio por completo", tal y como describió el concejal de Obras Públicas, Francisco Rodríguez. En esta segunda fase se contempla la reordenación de los espacios para habilitar nuevas plazas de aparcamientos.

el 16 sep 2009 / 06:56 h.

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La barriada de Ibarburu sigue con su particular metamorfosis, con el inicio de la segunda fase de las obras de "la mejora de la estructura del barrio por completo", tal y como describió el concejal de Obras Públicas, Francisco Rodríguez. En esta segunda fase se contempla la reordenación de los espacios para habilitar nuevas plazas de aparcamientos.

Ibarburu es una de las barriadas que conforman la zona sur de Dos Hermanas junto con Los Montecillos, Cantaelgallo, Las Portadas o Ciudad Blanca. Si bien no es la más poblada -allí viven algo menos de 4.000 habitantes- sí es una de las urbanizaciones más antiguas del municipio y de las que abarca mayor espacio del núcleo histórico.

En 2008 se aprobó el plan de mejora urbana para que se adaptara a inmobiliario moderno y sobre todo al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Lo primero que se hizo fue cambiar las cañerías, que aún eran de Uralita, y se ensancharon algunas de sus calles. Esta primera fase costó 1.387.000 millones de euros.

La metamorfosis de la barriada llega a su ecuador con la aprobación de la segunda fase, en la que se invertirán 665.979 euros, de los que 400.105 euros deberá pagarlos el Ayuntamiento y la cantidad restante correrá a cargo de Emasesa. Este año se invierte menos de la mitad que en 2008 porque las acciones más importantes, como los cambios de cañerías, ya se han realizado.

La segunda fase se centra en las calles Hojiblanca, Zorzaleña y Rapazalla, además del extenso viario Cornicabra en el tramo entre las intersecciones Zorzaleña y Manzanilla. El proyecto contempla la reordenación de los espacios para que exista una zona de aparcamientos a ambos lados de las calles. La anchura de acerado será de 1,20 metros para eliminar barreras arquitectónicas.

De ese modo, los alcorques que antes se ubicaban en el acerado se colocarán ahora en una zona para aparcamientos de utilitarios en una secuencia de diez metros, el espacio de dos coches.

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