Cofradías

El barrio del Arenal no se pudo estrenar

el 02 abr 2012 / 21:26 h.

El barrio del Arenal se estrenaba ayer con la hermandad de Las Aguas, pero tampoco pudo ser. Habrá que esperar un año más para ver la cofradía en la calle. Media hora antes de que el cortejo tuviera que salir, el sol brillaba con tal fuerza en la calle Dos de Mayo que buena parte del público que se había congregado para ver la salida buscaba la sombra. Brillaba con mucha intensidad y las sensaciones de los cofrades allí presentes eran muy buenas, ya que había una hermandad en la calle -La Redención-y el cielo parecía que daría una tregua suficiente para que se realizar la estación de penitencia.

De forma paralela, la junta de gobierno que dirige Antonio Arrondo consultaba en el interior del templo los últimos partes meteorológicos, y se dieron de plazo una hora -en común acuerdo con el Consejo de Hermandades y Cofradías- para volver a realizar una consulta a los expertos meteorólogos a las 19.30 y con ella, tomar una decisión después de un último cabildo de oficiales extraordinario. Pero la decisión se tuvo que tomar antes de lo previsto dado que el cielo se puso completamente gris en pocos minutos y la lluvia hizo acto de presencia, con mucha fuerza, durante casi una hora consecutiva. Aunque la hermandad no comunicó oficialmente nada en primera instancia, la señal era muy clara: los músicos de la banda del Sol se iban. "Nos han dicho que la junta de gobierno ha decidido que este año no se sale, nos han dicho que ya nos podemos ir si queremos", explicó uno de los músicos de la banda mientras abandonaba la calle Dos de Mayo.

Desde las Reales Atarazanas, donde forma buena parte del cuerpo de nazarenos de Las Aguas, también comenzaron a salir los hermanos que, poco a poco, se fueron yendo a sus casas dado que la decisión sí había sido comunicada a ellos por la junta de gobierno. No obstante, la intensidad de la lluvia era tan fuerte que tuvieron que esperar casi una hora para poder abandonar el recinto. Era una de las imágenes tristes del Lunes Santo. Nazarenos cubriéndose con paraguas -algunos incorrectamente ataviados sin el antifaz puesto-, músicos completamente empapados de agua y un cuerpo de costaleros destrozado y lleno de lágrimas que únicamente encontraba consuelo en los abrazos y deseos para el año que viene que se daban unos a otros.El Lunes Santo, definitivamente se había vuelvo a partir en la calle Dos de Mayo. La gran cantidad de cofrades que se habían dado cita en el barrio del Arenal para ver la salida del Cristo de las Aguas y de la Virgen de Guadalupe no tuvieron más remedio que irse dispersando triste y lentamente hacia otro lugar en el que hubiera alguna cofradía realizando su estación de penitencia.

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