El hospital Reina Sofía de Córdoba ha trasplantado un corazón al niño de año y medio que utilizaba, de forma pionera en Andalucía, un como corazón artificial, y que permitió "dotar de tranquilidad la espera ante la donación". La familia, natural de Gines, ha agradecido a los médicos y a los padres donantes la salud de su hijo.
El gerente del hospital, José Manuel Aranda, explicó ayer que esta intervención ha sido un "nuevo hito" para el centro sanitario, que cada cierto tiempo realiza una intervención pionera. Aranda resaltó la importancia de esta técnica que actúa como puente para un trasplante y que permite a los especialistas esperar a que se presente el órgano adecuado sin que el paciente se vea sometido a terapias "agresivas".
El padre del niño, Juan Carlos Maestre, comentó que su hijo "muestra ganas de comer, de jugar y sobre todo de vivir", algo muy importante, ya que "ha estado a punto de morir". El padre agradeció "profundamente" a la familia del donante que haya permitido que su hijo reciba el trasplante, ya que ese tipo de decisiones se toman "en momentos tremendamente dolorosos", pero ha valorado que "una tragedia como la muerte haya servido para prolongar y mejorar la vida de otras personas". Con respecto a su hijo, afirmó que espera que crezca sano, pese a que obviamente requerirá mayores cuidados que el resto de los niños.
El corazón artificial implantado era un dispositivo paracardiaco colocado fuera de la cavidad torácica que estaba conectado al corazón a través de dos cánulas que inyectaban sangre oxigenada al ventrículo izquierdo del órgano del niño, que presentaba una cardiopatía congénita.
Sin embargo, el empleo de esta técnica no sólo mejoró la capacidad respiratoria y alimentaria del niño, que ahora tiene 19 meses, sino que también ha abierto un nuevo camino a los pacientes de este tipo, que ahora pueden esperar con mayor seguridad y tranquilidad a que se lleve a cabo el trasplante.
En el trasplante, realizado el 24 de junio, participaron una treintena de profesionales y se prolongó durante nueve horas debido a la dificultad que entrañaba la adherencia que el niño había desarrollado ante el órgano artificial. Sin embargo, se ha recuperado bien, se encuentra estable, evoluciona favorablemente y salió de la Unidad de Cuidados Intensivos la semana pasada. De hecho, según el cirujano cardiovascular del Reina Sofía, Jaime Casares, el niño tiene unas expectativas "óptimas" de recuperación, por lo que es posible que abandone el hospital en las próximas semanas.
El tratamiento posterior consistirá en hacerle un seguimiento pediátrico general y trabajar para que no el cuerpo no rechace el órgano trasplantado ni se produzcan procesos infecciosos.