Economía

El beneficio de las cajas cae el 38% en 2008 por las provisiones ante la crisis

La situación financiera internacional ha llevado a que las cajas españolas redujeran el pasado año casi un 40% su beneficio neto. Esto debe, principalmente, a que han destinado partidas importantes a provisionarse, ante los riesgos persistentes de aumento de la morosidad y los impagos.

el 15 sep 2009 / 22:56 h.

La situación financiera internacional ha llevado a que las cajas españolas redujeran el pasado año casi un 40% su beneficio neto. Esto debe, principalmente, a que han destinado partidas importantes a provisionarse, ante los riesgos persistentes de aumento de la morosidad y los impagos.

La crisis económica ha reducido en 2008 casi un 40% el beneficio atribuido de las cajas de ahorros que operan en España y ha abierto las puertas a nuevos proyectos de fusión. Según anunció ayer el director general adjunto de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA), José Antonio Olavarrieta, las cajas españolas obtuvieron el año pasado un beneficio neto atribuido de 6.829,1 millones, lo que supone un retroceso del 38,7% respecto a los 11.137 millones del ejercicio anterior, debido a la crisis económica, que ha obligado a aumentar las provisiones.

Las cajas destinaron cerca de 10.000 millones para pérdidas por deterioro de activos y a provisiones, de los que 2.025 fueron dotaciones voluntarias para afrontar las insolvencias y otras circunstancias que pueda traer el futuro.

Olavarrieta, que destacó que el resultado de 2008 es su perior al de 2005 (6.368 millones de euros), comentó que la caída del beneficio se debió también a que el ejercicio 2007 fue el mejor de la historia del sector y al menor crecimiento de la economía española.

El margen de intermediación descendió un 7,1% y se estableció en 20.090 millones de euros, mientras que el margen ordinario alcanzó los 29.504 millones, un 6% menos. El margen de explotación, por su parte, se situó en 15.252 millones de euros, con una bajada del 17,2%. Los ingresos por comisiones netas cayeron un 1,4%, hasta 5.305 millones de euros, mientras que los gastos de explotación repuntaron un 8,1%, hasta 15.763 millones.

Los recursos de clientes hasta enero aumentaron un 5,1% respecto al saldo acumulado en el mismo mes del año anterior, y alcanzaron los 975.048 millones de euros. En este marco, los depósitos de clientes totalizaron 783.308 millones, un 8,2% más.

Los créditos concedidos por las cajas a 31 de enero aumentaron un 6,4% hasta situarse en 930.382 millones, mientras que al cierre de diciembre de 2008 se colocó en 911.841 millones.

Los activos dudosos alcanzaron los 40.305 millones de euros, con lo que se multiplicaron por más de cuatro, y la tasa de morosidad se situó en el 3,69% frente al 0,98% que alcanzó al cierre de 2007.

El presidente de CECA, Juan Ramón Quintás, reconoció que la morosidad de las cajas fue "peor" que la de los bancos, pero aseguró que tradicionalmente las cajas de ahorros han tenido una cuota superior en el mercado inmobiliario, por lo que su exposición era mucho mayor.

Sin embargo, Quintás adelantó que la crisis todavía no ha llegado a la empresa real, donde la cuota de la banca es mayor, ni a Latinoamérica, donde las cajas no tienen negocio. "Hay que tener en cuenta el marco y cómo se está moviendo el escenario para sacar conclusiones", dijo.

En cualquier caso, el presidente de CECA estimó que si la morosidad termina en el entorno del 7%, un nivel que prevé alcance en 2010, el sistema financiero español "tiene sobrada capacidad para afrontarla".

"No tengo la menor duda de que no habrá ningún problema", dijo Quintás, que puntualizó que el crecimiento de la mora en 2010 será "afortunadamente pequeño".

Asimismo, se mostró "completamente convencido" de la necesidad de rediseñar la red de oficinas y de mejorar su eficiencia, aunque no especificó de qué manera se llevaría a cabo. En cualquier caso, sí consideró que en la actual crisis las autoridades tienen dos importantes responsabilidades: facilitar el ajuste del sector en el escenario "postcrisis" y asegurarse de que las entidades españolas tengan las mismas oportunidades que las de sus competidores europeos.

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