Con el único reto de prolongar su impoluto inicio de Liga y gracias a sus excelentes registros, el Real Betis de Pepe Mel rinde hoy visita a Balaídos, donde se medirá a un Celta que asume la condición de conjunto revelación en el primer tramo de la competición.
El once de La Palmera, líder merced a sus 25 puntos y con superávit de confianza, tratará de ampliar las diferencias respecto a su inmediato perseguidor, desde ayer el Rayo Vallecano de José Manuel Sandoval. El técnico verdiblanco podrá repetir el dibujo que ya empleó en el último compromiso en el Benito Villamarín ante el propio Rayo.
Tras golear en Heliópolis a uno de los máximos candidatos a certificar el anhelado retorno a Primera, los discípulos de Mel afrontan uno de sus exámenes más difíciles desde que bautizaron el ejercicio de Liga el 29 de agosto ante el Granada de Fabri.
Mel conservará su última apuesta, un 4-2-3-1 que pivota sobre la rapidez de los mediapuntas y el acierto de un canario, Rubén Castro, erigido en seria amenaza. Y su eficacia en los últimos metros, con el killer Jorge Molina en la recámara, será una de las bazas que tratará de explotar el Betis en Balaídos, caladero vetado en la historia reciente.
Sólo 4 puntos de los últimos 27 posibles adornan la singladura del escuadrón verdiblanco en Vigo. La sobresaliente respuesta de sus pupilos condicionará que Mel no introduzca variantes sobre la pizarra que desarticuló al Rayo de Sandoval. Así, Goitia figurará en la meta, mientras que Miguel Lopes y Nacho ejercerán en los carriles.
Dorado y Miki Roqué jugarán de inicio en la zaga, un lugar del que se ausentará por decisión técnica un Belenguer que ha perdido el protagonismo en detrimento de un canterano con dotes de líder. Descartada la opción del tridente ofensivo -Emana, Rubén Castro y Jorge Molina-, el mando de las operaciones en la línea medular será para Iriney y Beñat.
Poderío ofensivo
En la mediapunta, una especie de creador de ingenio y calidad, el protagonismo será para Emana, Salva Sevilla y Momo, quienes conectarán con el único '9' nato sobre el césped, un Rubén Castro con fama de cazador furtivo y que tratará de ampliar su leyenda en Vigo.
Las únicas ausencias con las que viajó en avión ayer desde San Pablo el cuadro verdiblanco fueron las de Jonathan Pereira y Juanma, a las que se une la interminable de David Odonkor. Fernando Vega, Belenguer o Cañas, los sacrificados por decisión técnica.
El Celta, que se ha conjurado a base de autosuficiencia durante la semana, afronta el choque con las únicas bajas confirmadas de Borja Oubiña, lesionado, y Roberto Lago, sancionado. Papadopoulos y Sergio Ortega son duda. El kazajo padece enterocolitis -un proceso vírico que inflama el intestino delgado-, y el central un esguince leve en su tobillo derecho.
Paco Herrera ha citado a 20 jugadores y dos horas antes del encuentro, en el hotel de concentración, decidirá la identidad de los 18 elegidos. De Lucas podrá actuar después de haberse recuperado de su dolencia.
Un triunfo en Balaídos engrosaría el colchón del que dispone ahora el Real Betis sobre el play-off de ascenso -4 puntos-, ya que el Barcelona B no podría disputar las eliminatorias decisivas por su condición de filial y el cuarto al cierre de la jornada sabatina era el propio Celta, con 21 puntos.
La exigencia de Mel, que pidió en sala de prensa un nórdico para abrigar las opciones de ascenso, contrasta con el aviso de Michu. El ex canterano del Real Oviedo alerta al Betis del potencial del Celta, un zorro con piel muy dura. Mel, cauto y responsable, ya ha cargado su rifle para abatir a la presa: el zorro con el que construir un edredón aún más confortable.
