El Real Betis de Víctor Fernández inicia en Tarragona su gira por el ascenso a Primera. El conjunto de La Palmera, a 6 puntos del tercero, el Cartagena, deberá cumplir con su reto de engarzar seis triunfos consecutivos para escapar de las miserias de Segunda.
Y su primer obstáculo será el Gimnástic de Luis César Sampedro, aculado en la zona media y que ya acaricia la salvación virtual. Las tablas ante el Real Murcia originaron unos días convulsos en el capítulo institucional, sazonados con una diatriba entre los medios oficiales y la plantilla, y huérfanos de novedades en el plano deportivo. La lesión del suplente Casto fue el aspecto más relevante.
El encuentro es, quizás, el colofón más gris a siete días de batallas judiciales entre Lopera y Mercedes Alaya. De la tabla clasificatoria emana la trascendencia del partido, una encrucijada para un Betis anestesiado de inspiración en los últimos compromisos.
Los tres puntos serían el único bálsamo reparador para una cuenta corriente agujereada de puntos que se han escapado in extremis. Para la trascendental cita, condenada a un segundo plano por la actualidad de una entidad desangrada, Víctor Fernández deberá programar un once inicial de garantías.
El ex del Zaragoza ha sopesado durante la semana introducir variaciones en su dibujo. Sin embargo, y después del último ensayo, respetará el boceto que igualó en un choque vulgar ante el Murcia. Así, Goitia figurará en la meta, el caboverdiano Nelson regresará al lateral diestro y Melli escoltará a Arzu, que retrasará la posición, en la zaga de cobertura.
El arahalense Fernando Vega, correcto en su última participación en el flanco defensivo diestro, será repatriado a la siniestra. El plan en la medular será orquestado por Mehmet e Iriney, mientras que Pereira, el camerunés Emana y Nacho serán los mediapuntas. Juanma sería el sacrificado. Y en ataque, el nuevo mesías, el '9' argentino Pavone, la última esperanza para alcanzar la tierra prometida.
El de Tres Sargentos, con un deficitario estado de forma, será el motor en la definición de un 4-2-3-1. Víctor propuso una lista que no integraron Sergio García, Casto y Nano, lesionados, y Carlos García, sancionado.
El zaragozano decidió castigar a Damiá y no convocar a los canteranos Sergio León y Miki Roqué. El primero es por precaución -el jueves se retiró de la lesión matinal por unas molestias musculares en la zona del abductor- y el segundo exclusivamente por decisión técnica.
El reto asumido por Víctor, firme y enérgico en su última rueda de prensa antes del partido, no es una quimera, aunque sí una empresa impropia de Segunda. 18 de 18 puntos posibles es un objetivo que sólo han sellado nueve equipos en los diez últimos años: Xerez, Zaragoza, Tenerife, Valladolid, Alavés, Badajoz, Cádiz, Málaga y Celta.
Y el once verdiblanco confía en ser el décimo militante del cupo de elegidos. Para obtener el pasaporte deberá doblegar a un rival extremadamente vulnerable en su feudo, donde ha sumado 18 puntos de 54 posibles.
El once de Luis César Sampedro, con las bajas de los lesionados David Bauzá, Mairata y Biel Medina, busca el triunfo para respirar con calma absoluta en la zona media. Engrosan su casillero 48 puntos y el salvoconducto es el signo de garantía con unos 50. La necesidad no ahoga, aunque exige una respuesta contundente ante uno de los supuestos candidatos al ascenso.
Y es un supuesto aspirante porque el Real Betis, el de Víctor Fernández y Sergio García, el de Lopera y la oposición, enlaza de forma consecutiva tres salidas sin ganar. No vence a domicilio el once de las trece barras desde el pasado 13 de marzo, cuando goleó a un moribundo Real Unión en el Stadium Gal (1-3).
Aquel día Emana y Jonathan Pereira exhibieron sus dotes de equilibristas y trapecistas. Hoy deberán volver a caminar sobre el alambre.
