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El Betis apela al optimismo, más por necesidad que por convicción

Los jugadores del Betis volvieron de Salamanca tocados y casi hundidos, pero su discurso nunca jamás puede ser así de negativo. La idea está clara: deben ganar al Levante y confiar en la dureza del Stadium Gal.

el 14 jun 2010 / 21:13 h.

Capi chuta ante Álvaro Jurado.
Ha empezado la semana en que el Betis sabrá si asciende a Primera o se queda otra temporada más en Segunda y el trabajo psicológico que Víctor Fernández tiene por delante es tremendo. El varapalo de Salamanca fue muy importante y el abatimiento era patente en sus jugadores cuando salieron del Helmántico y en el viaje de regreso. De puertas para afuera, sin embargo, el discurso no puede ser ese y a los futbolistas no les queda otra que recurrir al clásico tópico de que la esperanza es lo último que se pierde. El Hércules visita el Stadium Gal y el Betis debe transmitir optimismo, aunque sea más por necesidad que por convicción.

"Tenemos que confiar en que el Hércules va a tener un partido muy difícil en Irún, juega fuera de casa y el Real Unión se juega mucho. Confío en que ese resultado sea favorable a nosotros", desea Arzu. Otro canterano, Capi, recuerda que al Betis le "queda una balilla". "Lo tenemos bastante complicado. Dependemos de que el Hércules pinche, pero es lo que queda, tenemos que ganar al Levante y rezar para que eso ocurra. No vamos a tirar la toalla hasta el final, mientras haya esperanza y opciones tenemos que pensar de esa manera", dice el camero, que además pide "perdón" al beticismo por el fiasco de Salamanca: "No se lo merecía".

Y para acabar con el capítulo de hombres de la casa, Juande. "El vestuario era un funeral después del partido y la frustración es grande. No hacen falta lágrimas para sentirse jodidos, pero representamos a una masa social muy grande y mientras haya un mínimo de esperanza tenemos que agotar esas opciones. Todo pasa por un resultado positivo en casa y esperar un favor. Está complicado, no vamos a engañar a nadie, pero no vale de nada bajar los brazos y creer que está todo perdido. Queda una jornada y lo que esté a nuestro alcance tenemos que hacerlo", apostilla.

"Hay que pensar que vamos a ganar la semana que viene y que el Hércules va a pinchar. Será difícil porque ellos también se juegan mucho, pero pensamos que sí se puede hacer porque sólo han ganado dos partidos fuera de casa. Si fallan, hay que aprovecharlo", reclama Sergio García, quien por cierto confía en estar capacitado para aguantar el partido entero después de resistir más de 50 minutos en Salamanca. Otro delantero, Pavone, confiesa que el 1-1 "fue un jarro de agua fría", pero "no hay que bajar los brazos porque queda un partido", matiza. "Debemos ganar al Levante y ahora sí esperar a otros resultados. Hay que ser optimistas y no bajar los brazos. Hay que confiar, Irún es un campo difícil, ya lo padeció el Levante", recuerda.

Para terminar, otro hombre de peso: Carlos García. "No va a ser fácil para el Hércules ganar en Irún. Lo que nadie quería era depender de otros, pero siempre acabamos cometiendo los mismos errores y vamos a estar hasta el final dependiendo de otros equipos. Por nosotros no va a quedar, aunque es lógico que estemos de bajón. La afición también estará jodida, pero entre todos debemos venirnos arriba y apurar las opciones. No nos podemos dar por vencidos, no podemos regalar el ascenso a nadie", reclama.

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