En su renuncia por el músculo y los centímetros, el Betis B de Risto Vidakovic se ha sometido a una metamorfosis que requiere tiempo. El B ha inyectado a su espina dorsal calidad e inteligencia, pero se ha despojado de la experiencia y la contundencia.
En los partidos en los que la batalla se libra en las trincheras apela a la magia y el ingenio para derribar al rival, pero cuando las líneas enemigas apuestan por el combate cuerpo a cuerpo se desploma camino del patíbulo. La AD Ceuta, guiada por la velocidad de Guzmán y el desparpajo de Fernando, neutralizó la fuga del líder en la última curva de la etapa. En el 81' y cuando la desconfianza había capturado el cerebro del plantel heliopolitano.
De inicio, y sin Vadillo, Pozuelo ni Sergio Rodríguez, el técnico del B, Risto Vidakovic, optó por una pizarra, un 4-1-4-1, en la que el intrépido Álex Bernal ejercía de referencia en la contención. Cuando apenas habían transcurrido 40 segundos, Álex Hornillo cometió un error en el despeje y Nono, a placer, cruzó el esférico. 1-0.
El entrenador de la AD, Sergio Lobera, derritió su mirada en el césped. El filial protagonizó un terremoto de efectividad que sembró el pánico en las filas visitantes. Raíllo y Súper asumían el papel de zagueros elegantes y las bandas dibujaban un carril por el que circular en la definición.
Sin tiempo para digerir el shock y sin más argumentos que la calidad de Guzmán y la verticalidad del exbético Diego Segura, el Ceuta encajó el 2-0, obra de Nono, que resolvió tras un envío notable de Álex Bernal. En pleno festival, Agudo se disfrazó de verdugo para materializar el 3-0. Sin apenas ocasiones en su casillero y con tres dianas en el electrónico.
El filial dominaba con el placer del tirano y la clarividencia de los líderes hasta que se lesionó Carlos García. Es un cazafantasmas. De sus carreras emana la firmeza de un amante del trabajo sucio. Sin el sevillano sobre el césped, el B renunció al equilibrio y buscó el 4-0 con riesgo. Liberó espacios al Ceuta y Guzmán y Diego Segura sonrieron.
Los norteafricanos se reformaron, redujeron distancias y reaccionaron antes del descanso, aunque el árbitro, Álvarez Pinardo, sobresaliente en la aplicación de la ley de la ventaja, decidió que buscaran la épica con 10.
Pájara final
Fue en la segunda mitad cuando el Ceuta resurgió gracias a la calidad de sus artilleros. Y fue entonces cuando Adrián recogió el relevo de Nono para ser el héroe del partido.
El cancerbero heliopolitano venció a Guzmán en una especie de batalla psicológica en el interior del área. El filial había estabulado a su defensa en el vértice del área y el rival se había lanzado a por la hazaña. Álex Bernal evitó un gol de Álex Hornillo sobre la línea de cal y, sin tiempo de adaptación, Adrián, genial, se postró ante Fernando para derrotarle en la suerte suprema, el tiro a bocajarro.
El Betis B, líder, se sintió débil al final y decidió apagar el fuego con gasolina. Renunció al ataque y se defendió con temor. Diego Segura recordó sus galopadas en la Ciudad Deportiva con un pase milimétrico a Toledo, que contagió de inquietud con el 3-2. Eran momentos de tensa agonía y el filial ni exhalaba oxígeno. En una especie de malabarismo, Añete, coriano de fe, fusiló a Adrián. Era el 81'. Vidakovic perdió su mirada en el infinito. Y Adrián salvó el 3-4. Ruleta rusa. Locura final. Líder.
Ficha técnica:
Betis B: Adrián; Manu Palancar, Raíllo, Súper, Fran Ávila (Isaac, m. 73); Agudo, Carlos García (Sophiane, m. 36), Damián, Kike; Álex Bernal; y Nono.
AD Ceuta: Pau; Blanco, Germán, Álex Hornillo, Andrés; Guzmán (Añete, m. 64), Pereira, De Dios, Diego Segura; Aitor (Samu, m. 77); y Fernando (Toledo, m. 70).
Árbitro: Álvarez Pinardo, de Castilla y La Mancha. Expulsó al visitante Pereira (m. 46). Amarilla al local Damián; y a los visitantes Germán, Guzmán, Blanco y De Dios.
Goles: 1-0, m. 1: Nono. 2-0, m. 18: Nono. 3-0, m. 25: Agudo. 3-1, m. 31: Germán. 3-2, m. 74: Toledo. 3-3, m. 81: Añete.
Incidencias: 1.500 espectadores en la Ciudad Deportiva Luis del Sol.