El Betis pone fin hoy una exitosa temporada, en la que logró el objetivo del ascenso con un mes de antelación, y para rematar la faena quiere despedirse de su gente con un triunfo que le permita proclamarse campeón de la Segunda división, un hito que no consigue desde 1974, pues los cuatro ascensos posteriores a éste los logró como tercer clasificado (1979 con Lasa) o segundo (1990 Cardeñosda, 1994 Serra y 2001 Del Sol).
Para ello, deberá derrotar al Villarreal B o, de no lograrlo, esperar que el Rayo no sea capaz de ganar al Barcelona B, pues el punto de ventaja (y el average a favor) que mantienen los verdiblancos respecto de los rayistas les hace campeones en 7 de las 9 combinaciones (un 77,7%) que esta tarde se pueden producir entre los resultados de los dos partidos (ambos a las 18.00h).
Este ascenso, además, viene marcado por circunstancias muy especiales, pues se logra en la primera temporada de la era post-Lopera y con el club inmerso en concurso de acreedores, cuya crudeza están conociendo estos días los técnicos y futbolistas de primera mano, ahora que les toca echar cuentas y finiquitar los emolumentos de la temporada, con sus incentivos por partidos jugados, las primas por ascenso o distintos objetivos que hacen de cada futbolista un caso muy particular y distinto a la hora de aplicar la ley concursal.
Un engorroso asunto que los jugadores están afrontando con evidente disgusto –a nadie le agrada que le toquen el bolsillo–, pero exquisita profesionalidad, como han demostrado de sobras a lo largo de una tormentosa temporada en la que han dado lo mejor de sí mismos para conducir al Betis a Primera división.
Aficion volcada. Los aficionados béticos son conscientes del fenomenal trabajo realizado por la plantilla dirigida esta temporada por Pepe Mel, varios de cuyos miembros se enfundarán hoy por última vez la camiseta verdiblanca, de ahí que sea previsible una atronadora ovación de la afición cuando el equipo salte al campo o cuando dé la vuelta de honor al mismo a la finalizacion del partido, haya logrado o no el título de campeón.
Para el choque, del que apenas se ha hablado durante la semana por mor de los rumores de altas y bajas o los daños colaterales de la concursal –la charla con Bosch y los administradores retrasó ayer el inicio del entrenamiento más de una hora–, Pepe Mel cuenta con numerosas bajas, pues no podrá contar con Dorado, Nacho, Cañas, Goitia y Fernando Vega, y mantiene la duda de Salva Sevilla, que sufre una elongacion muscular.
La idea del técnico es dar continuidad al bloque de jugadores con el que ha contado durante la mayor parte de la temporada, aunque alguna oportunidad habrá también para los jóvenes valores de una cantera que tanto ha contribuido al ascenso de este curso. Mel es consciente de la importancia que han de seguir teniendo los canteranos en este equipo y dará minutos a varios de los más prometedores en una tarde emotiva y plagada de acontecimientos en el Benito Villamarín, donde tocará a su fin la larga fiesta del ascenso.
