Es 1 de agosto, día crucial de la operación salida en España, y la Dirección General de Tráfico prevé 2,7 millones de desplazamientos por toda España. Para el Betis también es 1 de agosto, cómo no, y en su caso también es un buen día para hablar de su particular operación salida, que la tiene. Sólo que en su caso no hay millones de desplazamientos, aunque sí unos cuantos, los de los futbolistas que no entran en el dibujo de Pepe Mel para la temporada en ciernes. Pues bien, la gestión del club en este sentido ha sido ejemplar y a veinte días de que comience la competición ya ha colocado casi todos sus excedentes, por así llamarlos. Sólo uno de los futbolistas avisados por el técnico de que lo mejor para sus carreras era irse de Heliópolis permanece en la plantilla: Juanma. Y el extremeño también está buscando una salida, por supuesto.
El trabajo del Betis para aminorar el plantel ha sido fulminante: en apenas dieciocho días se ha desprendido de cuatro futbolistas, dos cedidos y dos con rescisión de contrato. Todo comenzó en cuanto se remató la primera tanda de fichajes. El 12 de julio, tres días después de contratar a Paulao y dos después de presentar a Agra, Campbell y Juan Carlos, Iñaki Goitia se desvinculó del Betis. Era el objetivo número uno en la lista de descartes, pero no por su bajo rendimiento sino por su alto coste. Tenía una de las fichas más elevadas y sin embargo era el tercer guardameta, detrás de Fabricio y Casto. Su situación era insoportable, tanto para la entidad como para el cancerbero vasco, y el desenlace fue el previsto: la carta de libertad a cambio de la condonación de unas importantes cantidades. Inmediatamente después de dejar el Betis, Goitia fichó por el Mirandés, recién ascendido a Segunda.
El siguiente fue Ezequiel, que el 16 de julio abandonó la concentración en Nuevo Portil para viajar a Alemania. No iba de avanzadilla para comprobar las instalaciones de Bad Schönborn, ni mucho menos, sino para probar suerte con el Borussia de Mönchengladbach primero y el Friburgo luego. Y en el segundo de estos conjuntos, de hecho, ha acabado quedándose después de convencer al entrenador, Christian Streich. El canterano verdiblanco firmó ayer mismo su contrato con el Friburgo, donde permanecerá cedido una temporada, aunque el club germano se ha reservado una opción de compra por dos millones
El 20 de julio rescindió su contrato Juan Calahorro, que en realidad no ha llegado a debutar en el primer equipo con Pepe Mel pero que renovó hace un año con visos de tener uno de los 25 dorsales más pronto que tarde. La pasada campaña se marchó cedido al Xerez y este verano se confirmó que el míster no contaba con sus servicios. Nada más finiquitar su relación laboral con el Betis, el central jiennense firmó dos años con el Alcorcón.
El último ha sido Javier Matilla, que durante varios días dudó entre el Murcia y el Hércules hasta terminar aceptando la oferta grana. Fue presentado anteayer en la Nueva Condomina y tuvo el detalle de dar las gracias al Betis por permitirle escoger equipo. En este caso se trata de otra cesión por una campaña, con la diferencia de que el Murcia no tendrá opción de compra.
Tras estas cuatro marchas, el Betis tiene ocupadas 23 de las 25 fichas a que da derecho la Liga de Fútbol Profesional. Se acerca al objetivo de Mel (22-23 futbolistas), aunque aún deben llegar refuerzos. Ahora hay sitio para dos.
