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El Betis, como los 300 de las Termópilas

Los dos últimos partidos de liga -y los dos que inmediatamente les siguen- se asemejan más a una batalla de las Termópilas por entregas que a otra cosa. Defender la puerta, infligir el mayor daño al adversario y volver a defender ha pasado a ser el catón

el 15 sep 2009 / 22:51 h.

Los dos últimos partidos de liga -y los dos que inmediatamente les siguen- se asemejan más a una batalla de las Termópilas por entregas que a otra cosa. Defender la puerta, infligir el mayor daño al adversario y volver a defender ha pasado a ser el catón de estos valientes y esforzados luchadores. De momento, el saldo es positivo, el ánimo está por las nubes y la afición está contenta.

Si a los espartanos no les asustaba el tremendo poder que tenían enfrente, los de Paco Chaparro no van a ser menos y van a encarar los próximos envites a modo de reivindicación de su orgullo. Van a demostrar ardorosamente que quieren, aunque sea ésta efímera, la gloria del vencedor.

Todos los jugadores, todos, van a estar al límite. Algunos, como Ricardo, reclaman un reconocimiento que siempre se les ha escatimado. Otros, como Mark González, que progresivamente va exigiéndose más a sí mismo, quieren demostrar ante los demás su auténtica valía. El hijo pródigo también necesita reencontrarse con su mejor etapa como futbolista. El equipo, en suma, está buscando su identidad y la está encontrando a base de medirse con los más fuertes, en los retos más duros y difíciles.

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