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El Betis de los vascos choca con la realidad

El Betis de 2009-10 volvió a pegarse un tiro en el pie, quizá el definitivo, con el nuevo pequeño desastre de ayer. Simplemente, este club y este equipo del Betis no merecen estar en Primera, en amargo contraste con aquel Betis ‘de los vascos’, los campeones de 1935, de cuya Liga se celebra el 75 aniversario.

el 01 may 2010 / 21:05 h.

Arzu despeja ante Marcos Márquez.
En el 75 aniversario de su único Campeonato de Liga y de la consagración de uno de los mejores equipos que tuvo jamás, el Betis ha quedado reducido a una sombra o fantasma de su pasado que, como el pobre Humpty Dumpty, apenas sirve para diversión de transeúntes y curiosos. Del Betis aún existe una estupenda leyenda que, pese a llegarnos desde otro siglo y otros decenios, relampaguea a años-luz por delante de su presente y, seguramente, de su futuro. El que lo dude, que revise lo ocurrido ayer en Las Palmas: lo mismo que ha ocurrido tantas otras veces en esta lamentable temporada… como en tantas otras lamentables temporadas desde 2005.

Los jugadores del Betis no reúnen la calidad, la mentalidad y los méritos necesarios para ir a Primera: los hechos lo demuestran tozudamente. No se ve posible que nadie llegue a algo positivo con este grupo. Nada ha podido lograr una larga lista de entrenadores. Los que (no) dirigen y (no) planifican en el Betis han intentado, sencillamente, meterse en el ascenso como de rondón, con mínimo esfuerzo y, sobre todo, con mínimo gasto. Todo el que ha podido ha escarbado y ha oxeado en una herida social cada día más gangrenada y por la que se desangran en hemorragia el cuerpo y el alma social del club. Dejando a un lado la afición que aún se gasta dinero en seguir a este equipo, aquí hay bastantes culpabilidades que repartir entre jugadores, técnicos, dirigentes, aduladores y odiadores, empeñados éstos en una particularísima y bética batalla que mezcla indiferencia, pasotismo, avaricia y, por ciertas partes interesadas, odio africano, garrotazo y tentetieso.

Eso queda del Betis de Ignacio Sánchez Mejías, de Mr O’Connell, del halo de Urquiaga, Areso, Aedo, Lecue, Larrinoa, Unamuno y compañía. Un triste equipo que deambula por la Liga Adelante y que en ningún caso merece ascender, ni aunque, por milagro divino, sumara los 21 puntos restantes. Del Betis de los vascos sólo nos queda su leyenda. Y gracias.

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