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El Betis de Mel pierde su esencia

Lleva dos partidos atascado y sin marcar después de haberlo hecho en 22 de los 23 anteriores.

el 03 oct 2011 / 20:41 h.

En apenas seis días, los que van desde el lunes por la noche al domingo por la tarde, el Betis ha pasado de contar sus partidos por victorias y ser el líder de la Liga española a no sumar ni un punto de seis y caer a la séptima posición. Las derrotas frente al Getafe como visitante y el Levante como local han vuelto del revés el extraordinario principio de temporada del equipo dirigido por Pepe Mel y de paso han acabado con dos rachas que definen a la perfección el tipo de escuadra que ha ideado su técnico. En pocas palabras, un conjunto ofensivo e imbatible en casa. El Getafe primero puso fin a la racha goleadora del Betis y el Levante después terminó con la serie de victorias verdiblancas en el Villamarín. A pesar del doble varapalo, por cierto, el míster ya se ha encargado de recalcar que no piensa modificar su estilo.

El primero de los ciclos cuyo fin ha coincidido con esta minicrisis de resultados y juego fue el más definitorio del Betis de Mel: su espíritu atacante. En otras palabras, la capacidad de generar ocasiones y marcar goles. En Getafe se quedó el conjunto verdiblanco en blanco por primera vez en la temporada y en bastante tiempo. La última vez había sido el 27 de marzo, ante el Rayo Vallecano (1-0) en la 31ª jornada de la pasada temporada. Eso significa que el equipo heliopolitano había visto portería durante los quince últimos partidos, once en Segunda y cuatro en Primera. La serie incluso puede extenderse un poco más allá, porque el Betis había hecho un gol como mínimo en 22 de sus 23 últimos encuentros de Liga.

El frenazo a la exuberancia ofensiva del Betis, plasmada sobre todo en los triunfos sobre Athletic (2-3) y Zaragoza (4-3), comenzó en Getafe y prosiguió frente al Levante, en esta ocasión con menos ocasiones de gol que en el envite del Coliseum. Y en este caso se rompió otra racha, porque el conjunto de La Palmera también llevaba trece partidos consecutivos como local marcando algún tanto. Hacía siete meses que los béticos se quedaban sin cantar una diana de los suyos, desde el 6 de febrero frente al Recreativo (0-1).

Encadenar dos jornadas seguidas sin que su Betis marque sólo le ha pasado un par de veces a Mel. El único precedente fue en el arranque de aquella nefasta serie de cinco derrotas consecutivas en Segunda que casi lo dejan en el paro, entre las jornadas 21ª y 23ª frente al Villarreal B (1-0), el Granada (3-0) y el Recre (0-1). Y sin embargo se reafirma el míster madrileño en que no variará su estilo, por muy atrevido y conocido que sea ya entre sus enemigos.

UN GRAN LOCAL. La segunda gran racha que se ha acabado no tiene tanto que ver con la filosofía de Mel pero sí con una exigencia común en cualquier conjunto profesional: la fortaleza en casa. No es que el Betis atraviese una macrocrisis de resultados en su estadio, ni mucho menos, pero la derrota contra el Levante fue el punto y final (punto y seguido preferiría decir el entrenador, obviamente) a una muy buena costumbre, la de no dejar ir ni un solo punto del Villamarín.

Antes de caer el domingo por culpa de un gol que por cierto nació de un fuera de juego (ver la página siguiente), el Betis acumulaba la hermosa cifra de siete victorias consecutivas, cinco en la recta final de la pasada campaña en Segunda (2-1 al Villarreal B, 3-1 al Huesca, 3-1 al Tenerife, 4-1 al Numancia y 5-0 al Cartagena) y otras dos en las primeras comparecencias de este curso en Primera (1-0 al Mallorca y 4-3 al Zaragoza). Curiosamente, el entrenador rival ante el que empezó la racha es el mismo que le ha puesto fin: Juan Ignacio Martínez, extécnico del Cartagena y ahora en el Levante.

La última derrota del Betis en su feudo sucedió hace ocho meses, el 12 de febrero frente al Elche por aquel 1-4 que le costó el puesto al guardameta Goitia. Desde entonces, el conjunto verdiblanco jugó once partidos y ganó nueve de ellos.

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