Los jugadores del Betis festejan uno de los goles ante el Xerez.
La clasificación de Segunda una vez disputada la duodécima jornada es para enmarcarla en las oficinas de Heliópolis. El Betis es líder, ha marcado más goles que nadie (30), ha encajado menos goles que nadie (10), presenta un impresionante goal average de +20 y, sobre todo, aventaja ya al tercer clasificado en siete puntos. El equipo que abre el territorio del play off es el Celta, y su derrota en Valladolid (3-2) y el tropiezo del Salamanca ante la Ponferradina (también por 3-2) son precisamente los resultados que agrandan el margen del Betis. El hueco antes era de cuatro puntos (26 del Betis frente a 22 del Celta), así que el rédito que la escuadra de Mel le ha obtenido a la jornada es poco menos que espectacular. Su liderato está más que consolidado, cuenta con casi dos partidos de ventaja sobre el segundo clasificado (los cinco puntos de renta respecto al Rayo constituyen la mayor distancia que un líder ha tenido sobre el segundo clasificado a estas alturas desde que el triunfo vale tres puntos), tiene los puestos de fuera del ascenso directo a siete puntos y otea la zona que no da derecho a nada (es decir, a partir del octavo puesto) a once. La privilegiada situación del Betis se debe a muchos motivos. El primero, indudable, es su poderío ofensivo. El equipo ha marcado en todas y cada una de las doce jornadas ligueras celebradas, tiene una media de 2,5 goles por partido y su promedio en casa sube hasta los tres (18 en total en seis encuentros). La clave en esta faceta es que los tres futbolistas llamados a marcar las diferencias están respondiendo a la perfección: Rubén Castro suma ocho goles, Emana otros seis y Jorge Molina se le acerca con cinco. El tridente ha convertido 19 de los 30 goles que acumula el equipo. Lo curioso es que los tres han coincidido muy poco sobre el campo: en la Liga, sólo 37 minutos en Vigo.
El Betis también está respetando otra premisa básica de cualquier aspirante al ascenso: ser fuerte en casa. El conjunto de Heliópolis no es fuerte, es fortísimo, y a la vista está. Ha jugado seis encuentros en el Villamarín y se ha quedado los 18 puntos, así que no ha dejado escapar ni uno. Y ya ha batido su mejor marca en el último ascenso, cinco triunfos seguidos como local en la 2000-01. El Betis de Mel es muy regular en casa y también en general: ha ganado nueve de sus doce partidos, sólo ha perdido uno, apenas estuvo fuera del ascenso directo en una jornada y lleva cinco consecutivas como líder de la categoría. En una palabra, impecable.
