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El Betis dijo adiós a Eusebio Ríos

El Betis perdió el sábado por la noche a uno de sus grandes mitos. Eusebio Ríos Fernández, jugador, entrenador y secretario técnico, murió en Bilbao a los 72 años de edad. Debutó como verdiblanco en un derbi y falleció antes de un derbi.

el 15 sep 2009 / 04:38 h.

El Betis perdió el sábado por la noche a uno de sus grandes mitos. Eusebio Ríos Fernández, jugador, entrenador y secretario técnico, murió en Bilbao a los 72 años de edad. Debutó como verdiblanco en un derbi y falleció antes de un derbi. Se va el creador del gran Betis de los años 90.

El 21 de septiembre de 1958, el Betis acudió al campo del Sevilla para jugar el primer derbi después de su paso por Tercera y Segunda. El partido servía para inaugurar oficialmente el nuevo estadio sevillista, el Ramón Sánchez Pizjuán. Los heliopolitanos, comandados por Luis del Sol, olvidaron sus recientes penurias con un 2-4, y la victoria no es el único motivo por el que aquel día consiguió para siempre un hueco en la historia del club de las trece barras. Aquel día también debutó un joven vasco llamado Eusebio Ríos.

Casi cincuenta años después de aquella efeméride, el Betis conoció en la noche del sábado el fallecimiento de aquel joven de Portugalete (30-5-1935) que acabó siendo todo un referente para la entidad de La Palmera. La triste e inesperada noticia fue comunicada oficialmente por el Athletic Club de Bilbao, el último club donde trabajó Eusebio Ríos, que formó parte de su organigrama técnico entre 1997 y 2002. Un infarto se lo había llevado.

Eusebio Ríos empezó jugando en pequeños equipos vascos: el Galindo de Sestao, el Ortuella... Luego pasó por el Arenas de Getxo y el Indautxu hasta que el Betis se fijó en aquel espigado defensa. Lo fichó el propio Benito Villamarín, que regaló un refuerzo de lujo a otro histórico del banquillo verdiblanco, Antonio Barrios, para quien fue titular indiscutible desde su llegada.

Sólo en la temporada 58-59 jugó 29 encuentros, 25 en la 59-60, otros 25 en la 60-61... y así en todas excepto en la 61-62, en la que sufrió una grave lesión y apenas disputó tres encuentros. En total, Eusebio Ríos defensió las trece barras durante diez temporadas, nueve en Primera (de la 58-59 a la 65-66 más la 67-68) y otra en Segunda (66-67). Fueron más de doscientos partidos, 192 en la máxima categoría. Su última actuación con la camisola verdiblanca fue en otro derbi, andaluz, frente al Córdoba. Y para el recuerdo, sus lágrimas en La Rosaleda el 3 de abril de 1966, cuando el Betis cayó a Segunda División por culpa de un gol del malaguista Otiñano en el último minuto.

La relación entre el Betis y Eusebio Ríos no se acabó con aquel partido homenaje ante el Estudiantes argentino que le organizó el club en 1968. Dos décadas más tarde, en 1987, el de Portugalete se unió al cuerpo técnico verdiblanco y contribuyó a evitar el descenso desde un segundo plano. En la temporada 88-89 ya se hizo cargo del banquillo oficialmente, pero sólo duró trece jornadas.

Ese pequeño fiasco como entrenador fue el único lunar en una carrera que había empezado mucho antes, en 1977, al frente del Recreativo de Huelva, con el que logró la primera gran gesta del decano al dirigirlo hacia su primer ascenso a la división de honor. Cuando descendió con el conjunto onubense se hizo cargo del Valladolid (1979-80), con el que también subió a Primera, hito que repitió luego con el Real Murcia, donde estuvo cuatro años (1981-85).

La otra gran aportación de Eusebio Ríos al Betis llegó en los años 90. En la campaña 92-93 fue nombrado secretario técnico y un año después apostó por el fichaje de un técnico mallorquín llamado Lorenzo Serra Ferrer. Junto a él construyó el equipo que acabó tercero en la 94-95 (recién ascendido) y cuarto en la 96-97, así como subcampeón de Copa en ese último año. Y su herencia persistió en su hijo Roberto, formado en la cantera y traspasado en su día al Athletic por una cifra récord: 2.000 millones de pesetas. Eusebio Ríos, siempre al servicio del Betis.

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