Velázquez debutará con el Betis en la Nova Creu Alta
La cruda realidad que aguarda al Betis por los muchos y gravísimos pecados que cometió durante la temporada 2013-14 ya ha enseñado al conjunto verdiblanco otra de sus aristas:los adversarios a los que deberá enfrentarse y el orden en que se medirá con ellos. El sorteo del calendario oficial de la campaña 2014-15 se celebró ayer, así que Julio Velázquez y sus futbolistas saben con detalle dónde empezará todo, contra quién acabará y todos los obstáculos que habrá entre el principio y el final de esta maratón de 42 jornadas, una detrás de otra a lo largo de casi diez meses de competición. Y sin el casi si el conjunto de Heliópolis acaba clasificado entre el tercer y el sexto puestos y tiene que jugar las eliminatorias de ascenso.
El calvario comenzará para el Betis en un campo histórico de la Segunda División: la Nova Creu Alta. Allí visitará al Sabadell, contra quien no ha jugado en los últimos veinte años. Su última visita al estadio del equipo arlequinado data del 10 de enero de 1993 y entonces ganó por 1-3 con actuación estelar y triplete de Ángel Cuéllar. Una temporada antes, curiosamente, el sorteo también emparejó a catalanes y verdiblancos en la primera jornada, aunque aquel primer encuentro de la 91-92 no se disputó en terreno catalán sino en el Villamarín. Venció el Betis por 2-0. Como último dato de este futuro debut, el Sabadell fue el mejor local de la pasada campaña en Segunda.
El primer tramo de la competición no se antoja especialmente duro para el Betis. Tampoco especialmente fácil, porque decir lo contrario equivaldría a presuponer una superioridad que conviene evitar, sobre todo después del nivel perpetrado la pasada temporada por muchos de los futbolistas que a día de hoy aún pertenecen a la disciplina verdiblanca. Pero el caso es que durante las primeras jornadas no librará el Betis ningún duelo ante alguno de quienes lo han acompañado en el ominoso descenso (Osasuna y Valladolid) ni ante algún previsible candidato al ascenso, aunque en esos primeros pasos se medirá con el Numancia, un clásico de la categoría; la Ponferradina, que cuajó una muy buena actuación en el último ejercicio; o el Murcia, que viene de participar en el play off, aunque su crítica coyuntura económica invita a pensar que no dispondrá de un grupo tan potente como entonces.
A partir de la séptima jornada comienza a endurecerse el camino, siempre en teoría. En esa primera semana de octubre visita al Valladolid y luego recibirá a Las Palmas, que también ha peleado por el ascenso en la campaña recién concluida. Dos semanas después afrontará el primero de los dos derbis que deberá jugar contra el Recreativo y a continuación irá a El Sadar para reencontrarse con Osasuna. La siguiente visita será a otro grande de la categoría, el Zaragoza, aunque el club maño tampoco acaba de salir de su crisis institucional y está por ver si las deudas no lo arrastran a un descenso administrativo.
En la segunda vuelta, como es natural, se invierte el orden de los escenarios. Como lo presumible es que todo o casi todo se decida en el tramo final, hay que echar un vistazo a las últimas jornadas, por ejemplo las seis. En ellas, el Betis sólo se coincidirá con un recién ascendido de Segunda B, y no es un cualquiera: el Racing. Visitará Santander después de visitar Malllorca y recibir al Lugo. Después recibirá al Alcorcón, irá a Tenerife y, por último, jugará contra el Sporting de Gijón en el Villamarín. Por tanto, se presume una recta final interesante como mínimo.
Entre el primer episodio y el último hay cabida para otros datos anecdóticos. Por ejemplo, el fin de semana del Domingo de Ramos no toca partido en el Villamarín, así que aumentan las posibilidades de que los béticos tengan que compaginar la Liga con la Semana Santa. En concreto el Betis irá a Huelva para medirse con el Recreativo. Poco después llega la Feria, del 21 al 26 abril: antes recibirá en casa al Zaragoza y el fin de semana de la celebración se irá muy lejos de Sevilla, a Mendizorroza, el campo del Alavés, donde no se presenta desde hace casi una década. A finales de noviembre, además, se medirá con el Llagostera por primera vez en su historia.
Otro dato importante: el Betis no jugará dos veces consecutivas como local ni como visitante. La alternancia entre los partidos en casa y los partidos fuera es perfecta. Y concluirá en el Villamarín, donde el beticsimo espera celebrar un nuevo ascenso en una tarde de junio.
