El Betis ha metido definitivamente el turbo y ha iniciado las maniobras de despegue que han de conducirle la próxima primavera a Primera división. Ocho victorias y un empate en sus diez primeros partidos le permiten gozar ya de un pequeño pero confortable colchón de puntos respecto a sus principales rivales.
Cinco en concreto respecto de este apañado Rayo que llegó a Heliópolis con la intencion de discutirle el liderato y se fue escaldado y con cuatro goles en el zurrón del ex sevillista Cobeño, que no debía dar crédito a lo ocurrido: los verdiblancos le remataron tres veces a puerta y le endosaron un concluyente 4-0, con gol de penalti a lo Panenka del camerunés Emana incluido para cerrar la cuenta y el festival de efectividad de su equipo.
Al descanso, pese a que el Betis ganaba 1-0 desde el 14' gracias a un gol en propia meta de Javi Fuego, que desvió con el muslo un cerrado centro de Salva Sevilla, casi nada hacía presagiar el festival que se iba a vivir en la segunda parte. Y es que al conocido problema del campo, que es un patatal indigno de un equipo profesional, se unió un fuerte vendaval de Poniente que complicaba de manera extrema el control del balón y su buen manejo, por lo que toda la primera parte fue un correcalles entre dos equipos incapaces de echarla al suelo y merodear con peligro el área rival.
Mel pudo repetir el mismo once que tan buena impresión dejara en Salamanca el domingo anterior (0-3), con una sólida defensa en la que se afianza Miki Roqué y tiene en Dorado al jefe. Iriney, que atraviesa un momento dulce de juego, era el encargado de las coberturas, por detrás de Beñat y con Salva Sevilla y Momo jugando más por dentro que por fuera, aunque la conexión con Emana y Rubén Castro brilló por su ausencia por las mencionadas dificultades para circular el balón y, también, el buen hacer de los rayistas, que saben lo que se hacen con gente como Trejo, Coke, Movilla o Borja García, aunque lo tuvieron imposible para dar algún susto a Goitia.
Golazo de Beñat. La segunda parte, sin embargo, empezó a todo trapo: Beñat robó un balón en propio campo y montó una modélica contra con Emana que él mismo culminó con un soberbio derechazo raso desde fuera del área, imposible para el portero. Sandoval intentó rehacer a su equipo con un doble cambio -Armenteros, otro ex sevillista, y Piti por Movilla y Michel- en busca de aminorar distancias, pero lo que se encontró fue la sentencia del 3-0 tras una hábil jugada de Rubén Castro que él mismo remató después de que no pudiera hacerlo Salva Sevilla al chocar con Cobeño.
Con el partido resuelto y más de media hora por delante, la afición bética se dedicó a disfrutar de su equipo como hacía mucho tiempo que no se veía, entonando todo tipo de cánticos, haciendo la ola o pidiendo que 'Bote el Villamarín'. A falta de cinco minutos para el final, Rubén Castro provocó un penalti y lo marcó Emana a lo Panenka, mandando a Cobeño a un lado y el balón, con un suave golpeo, al otro. El vendaval había dado paso a la fiesta y los béticos cantaban convencidos 'Volveremos a Primera volveremos otra vez'. Están en ello.
4 - Real Betis: Goitia, Miguel Lopes, Miki Roqué, Dorado, Nacho; Beñat, Iriney (Arzu, m.80), Salva Sevilla (Juande, m.64); Momo (Israel, m.70), Emaná y Rubén Castro.
0 - Rayo Vallecano: Cobeño, Coke, Borja Gómez, Arribas, Casado; Michel (Piti, m.53), Movilla (Armenteros, m.53), Javi Fuego, Borja, Trejo, y Delibasic (David Aganzo, m.56).
Goles: 1-0: m.14, Salva Sevilla. 2-0: m.49, Beñat.3-0: m.54.Rubén Castro. 4-0: m.84, Emaná, de penalti.
Árbitro: Gregorio Bernabé García (c.murciano). Mostró tarjeta amarilla a Javi Fuego (m.24), Michel (m.44), Piti (m.65), Iriney (m.67), Borja Gómez (m.84), Cobeño (m.88), Emaná (m.88), Arribas (m.89)
Incidencias: Partido disputado en el estadio Benito Villamarín ante unos 37.000 espectadores, entre ellos medio centenar de seguidores rayistas. Terreno de juego en deficientes condiciones. Mañana muy ventosa.
