El Betis está muy molesto con la decisión de las televisiones y la Liga de Fútbol Profesional (LFP) de colocar su partido de la 11ª jornada ante el Racing el domingo 30, ya que vendrá de jugar el jueves 27 contra el Espanyol en Barcelona y su rival, el conjunto cántabro, lo habrá hecho dos días antes, el martes 25 frente al Sevilla. El club verdiblanco no concibe cómo es posible que los organizadores de la competición se salten a la torera el principio de igualdad y den 48 horas más de descanso a uno de los contendientes y por eso ha encargado a sus juristas que estudien el contrato televisivo de pe a pa para ver si hay alguna base legal para que esa discriminación pueda ser denunciada y así cambiar el horario del choque de Santander.
La crítica ya fue deslizada ayer por el propio entrenador. "Hemos tenido varias conversaciones y no nos han tratado bien personalmente. Es algo institucional y prefiero dejarlo en manos del club, porque al final el malo siempre se centra en una persona y esto no perjudica a Pepe Mel, sino al Betis. Pero no entendemos muy bien que juguemos el jueves y nuestro rival lo haga el martes, y además teniendo que hacer dos viajes (Barcelona y Santander). Tan afiliado de la Liga es el Racing como el Betis", recordó el míster heliopolitano.
