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El Betis necesita centrales ya

Amaya sufre un esguince en el tobillo y la rodilla izquierda y estará un mes de baja. Mel se queda con Mario, Dorado y Ustaritz.

el 04 ene 2012 / 10:59 h.

Amaya, en el centro, este miércoles poco antes de lesionarse.
El año había empezado muy bien para el Betis, que en el primer entrenamiento de 2012 constató la recuperación de Mario y Salva Sevilla y la posibilidad de que casi toda la enfermería se quedase vacía de aquí al partido contra el Sporting, pero las apariencias engañan y los problemas no han tardado en irrumpir de nuevo en el día a día del equipo verdiblanco. El primero, y además con una relevancia que va más allá de la simple lesión individual, es Antonio Amaya, que ayer sufrió un esguince de bastante importancia y rareza, ya que le afecta tanto al tobillo como a la rodilla de la pierna izquierda, y permanecerá un mes de baja. En otras palabras, el Betis se queda sin un central y tendrá que sobrevivir con tres a la espera de que la dirección deportiva acelere alguna de las gestiones que había comenzado pero que no remata.

El problema no es pequeño, en todos los sentidos. No es pequeña la lesión de Amaya, un esguince del compartimento interno de la rodilla y el compartimento externo del tobillo, y no es pequeño el reto que tiene por delante Vlada Stosic, obligado a satisfacer una demanda de su entrenador que ahora se ha transformado en una necesidad, por no llamarlo urgencia. A día de hoy, Mel sólo dispone de tres centrales natos y aptos en su plantilla: Dorado, Mario y Ustaritz. Y uno de ellos, seguramente el más importante, también es el que más se lesiona, por mucho que al protagonista le duela. Queda Juan Calahorro, cómo no, pero resulta que no ha jugado un minuto, ni siquiera en la Copa del Rey, y lleva varios días negociando su salida (el Elche se ha sumado al Xerez y al Girona), así que no tiene por qué contar ahora.

La situación es preocupante. Que se lo digan a Mel, que intenta compaginar la obligatoriedad de reforzar su defensa con la necesidad de aligerar la plantilla. "Ya he dicho la parte que hay que reforzar y ahora son otros los que deben trabajar", dijo en cuanto a los fichajes que no llegan. "Seguimos siendo muchos. Nos las vemos y nos las deseamos cada vez que tenemos un entrenamiento táctico porque sólo pueden entrar 22 jugadores", recordó respecto a los descartes que tampoco llegan. Todo lo dijo en la Cope, por cierto. Y es verdad: incluidos los chavales del filial que habitualmente se ejercitan con el primer equipo, las sesiones suelen contar con casi 30 futbolistas. Y la única marcha, por ahora, es la de Tosic. Goitia, Calahorro o Momo aún permanecen en la nómina del club y parece complicado que el portero o el canario la abandonen, a no ser que perdonen demasiado dinero.

El caso es que hoy ya es 5 de enero, el Betis sabía que necesitaba uno o dos centrales desde hace más de un mes y sin embargo no aparece ninguno de ellos. La opción número uno desde el principio, el valencianista Ricardo Costa, casi se desechó por completo a principios de semana, pero en el mundo del fútbol nunca puede decirse que de este agua no beberá nadie y hay tiempo de sobra para que el Betis o el Valencia recapaciten. Y de momento tampoco se cierra la puerta para la otra gran alternativa, sobre todo por las condiciones económicas, la del francés Mickael Ciani (Girondins), que por unos 300.000 euros recalaría en Heliópolis de aquí a junio como cedido. Pero algo deben hacer ya Stosic y compañía, que además no tienen excusa porque dinero hay. Los 1,5 millones que liberan los administradores dan para un buen defensa.

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