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El Betis ni aprende ni crece

El Betis no sólo no mejora los muchos defectos que arrastra desde el principio de la Liga, sino que no resuelve ni los que tiene desde el año pasado. El último ejemplo, los goles encajados en los últimos minutos.

el 09 nov 2009 / 21:55 h.

Arzu pugna con Casilla.
El Betis perdió dos puntos en Cádiz porque los partidos no duran noventa minutos, sino un poco más, pero parece que el conjunto verdiblanco o no se entera o no se quiere enterar. El gol de Ogbeche en el 92' no es el primero y seguramente no será el último que encaja el Betis en el tramo final de un encuentro. Ya le ocurrió ante el Hércules y el Real Unión, pero lo triste, o inquietante, es el trasfondo, la causa. Se puede llamar de muchas maneras: falta de carácter, desconcentración, endeblez defensiva... Y lo malo para el equipo es que semejante pecado capital no es una novedad. Ya la temporada pasada presentó estos síntomas y no fue capaz de arreglarlos, como bien demuestra su descenso a Segunda. En realidad no arregla ni ese defecto ni ningún otro, porque el choque del Carranza fue más de lo mismo para los verdiblancos: desaparecieron y estuvieron a merced de su rival durante medio partido, luego se encomendaron a su pegada y a última hora se dejaron ir. La consistencia y la autoridad continúan en paradero desconocido.

Ya son cinco los puntos que el Betis ha perdido en los últimos minutos de sus partidos. El primero lo dejó ir en la segunda jornada, ante el Hércules en Alicante (3-2), donde encajó un tanto de Sendoa en el 85' pocos segundos después de que Pavone hiciese el 2-2. Y los otros dos los desperdició frente al Real Unión, que empató en Heliópolis con una diana de Abasolo en el 84'.

Parece mentira que la dejadez en unos minutos tan determinantes sea repetitiva en el Betis, sobre todo si se recuerdan todos los puntos que perdió la campaña pasada en circunstancias similares. En la última y fatídica jornada, por ejemplo, el Valladolid marcó en el último minuto de la primera parte; en la 29ª jornada, el Numancia empató (3-3) en el 94' gracias a un absurdo penalti cometido por Ricardo después de que el Betis, por una vez en su vida, diese la vuelta a un marcador contrario (1-2) también en la recta final, con goles de Capi (85') y Oliveira (90'); en la 26ª, el Mallorca culminó una remontada increíble, de 0-3 a 3-3, con un tanto de Castro en el 81'; en la 23ª, el Barcelona empató en Heliópolis (2-2) con gol de Eto'o en el 84'; en la 18ª, el Málaga venció en La Palmera (1-2) gracias a un tanto de Eliseu en el descuento, igual que el Real Madrid en la 5ª (1-2), en su caso tras un contragolpe rematado por Van Nistelrooy... El Betis del descenso encajó once goles en los diez últimos minutos, cinco entre el 81' y el 85' y otros seis entre el 86' y el 90'. Y lejos de aprender, esta temporada vuelve a tropezar con la misma piedra.

¿Y EL EQUILIBRIO? Como el Betis no aprende de sus fallos, tampoco crece como equipo. Han transcurrido once jornadas, diez en el caso de los verdiblancos, y Antonio Tapia sigue sin encontrar ese bloque equilibrado que lleva buscando cinco meses, desde que empezó la pretemporada en Montecastillo. Lo único que mantiene al Betis cerca de su objetivo es su potencial ofensivo, pese a que Sergio García anda algo ausente en el último mes y medio (su gol en Gerona y poco más). Sigue teniendo el mejor promedio goleador de la categoría (1,8 por jornada, por los 1,7 del Cartagena), pero nunca jamás se impone a sus enemigos en el centro del campo y da excesivas facilidades atrás. Lo paradójico del asunto es que este Betis tan mejorable está a tres puntos de la zona de ascenso (con un partido menos) y tiene la tercera portería menos goleada de Segunda, tras el Cartagena y el Hércules. En otras palabras, que a nada que mejore...

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