Las casualidades existen, igual que las estadísticas. Y éstas, en ocasiones, se encargan de rebatir lo presuntamente casual y hacer que se antoje causal.
Que Alfonso Álvarez Izquierdo perjudicara gravemente al Betis con sus decisiones ante el Atlético no puede ser catalogado como azaroso porque sus números con el equipo verdiblanco cantan: de los seis encuentros que ha dirigido en el Villamarín, el Betis –equipo local, obviamente– no ha ganado ni uno solo.
Y, lo que resulta más hiriente, de esa media docena de derrotas tres han sido ante los madrileños.
Así fue en la primera ocasión que compareció el colegiado catalán en Heliópolis, allá por diciembre de 2006, con triunfo colchonero por 0-1 (Galletti). Volvió a ocurrir en mayo de 2009, cuando Diego Forlán anotó los dos goles del partido (0-2). Y el miércoles se repitió la historia.
Pero es que ante otros rivales tampoco ha ganado el Betis en su estadio con este trencilla. No lo hizo las dos veces que recibió la visita del Racing: en octubre de 2007 (1-1, expulsó a Juanito) y en marzo de este año (de nuevo 1-1), ni tampoco ante la Real Sociedad en noviembre de 2011 (2-3 para los donostiarras).
El balance no deja de ser significativo: dos puntos de dieciocho posibles. En descargo del árbitro, en todo caso, se puede apuntar que el Betis sí ganó una vez que lo dirigió Álvarez Izquierdo, aunque fue a domicilio... y otra vez con el Atlético enfrente. Fue en abril de 2008 cuando el Betis asaltó el Vicente Calderón ganando por 1-3, con goles de Juande, Xisco y Capi por parte verdiblanca.
El otro partido del Betis fuera de su estadio con este mismo colegiado acabó, eso sí, en otra derrota: 2-0 en Palma de Mallorca, allá por marzo de 2007. En suma, en ocho partidos, una victoria, dos empates y cinco derrotas.
UN AÑO SIN PENAS
Se quejaba Pepe Mel en la rueda de prensa posterior al polémico encuentro, dentro de su tono relativamente poco crítico –bien sabe que tiene más que perder que ganar–, de que su equipo llevaba más de un año sin que le piten una pena máxima a su favor.
Y es que, en la pasada campaña 2011-12 el equipo bético sólo fue agraciado con la señalización de tres penaltis, mientras le castigaron con hasta ocho en contra. Otro dato cuanto menos llamativo que viene a recalcar que el trato de los colegiados con los heliopolitanos no es muy amable.
En efecto, el Betis lleva más de un año sin lanzar una pena máxima, pues en el curso anterior, queda dicho, sólo le pitaron tres penaltis a favor, y todos ellos al inicio: en Bilbao (ganó por 2-3), el que supuso el 1-3, transformado por Salva Sevilla, que anotó el primero de los dos señalados ante el Zaragoza (4-3). El otro lo marcó Beñat.
