El Betis está obligado a cambiar, el lunes ante el Valladolid, la dinámica de las últimas jornadas, en las que ha dejado escapar buena parte del colchón de puntos que tenía respecto a sus perseguidores. Ese uno de nueve sumado ante Athletic, Rayo y Atlético ha provocado que los ocho puntos de ventaja de que gozaba respecto del noveno clasificado se hayan visto reducidos a dos, por lo que se hace necesaria una reacción inmediata ya que las plazas europeas empiezan peligrar seriamente si no se vuelve a sumar de tres en tres.
Los de Mel, además, han de mejorar sus guarismos como locales, en especial después de que sus dos últimas salidas –Vallecas y Calderón– se hayan saldado con derrotas, dos en una semana, las mismas que habían cosechado en los cinco meses anteriores fuera de casa, pues solo habían perdido a domicilio con Málaga y Sevilla FC en toda la primera vuelta.
En esta segunda vuelta será difícil que el Betis repita los extraordinarios números –6 victorias, 1 empate, 2 derrotas– cosechados como visitante, pero está obligado a mejorar los de local, que son realmente deficientes. El Betis ha perdido ya cinco partidos en casa –Rayo, Atlético, Granada. Barcelona y Mallorca– y una nueva derrota el lunes ante el Valladolid sería la sexta en doce comparecencias ante su público, una cifra de derrotas que sólo tiene parangón en tres ocasiones a lo largo de la historia: temporadas 1942/43 y 1967/68 –ambas de descenso–, y 1984/85, la de la salvación en la última jornada con un empate agónico en La Rosaleda que condenó al Málaga a los avernos.
Esta campaña no habrá peligro de descenso gracias al extraordinario bagaje de puntos conseguido fuera de casa –la primera vuelta ha sido la mejor de la historia, pues nunca había consechado tantas victorias de forastero–, pero para consolidar sus opciones europeas deberá hacer del Villamarín un fortín, lo que hasta ahora no ha conseguido. Entre otras cosas porque por el campo del Betis ya han pasado 7 de los 9 primeros clasificados (Barcelona, Atlético, Madrid, Valencia, Rayo, Real y Levante), pues de los de arriba solo falta por pasar el Málaga.
El lunes llega el Valladolid como décimo y a seis puntos, así que el triunfo se antoja decisivo para volver a marcar distancias y consolidarse en esa privilegiada quinta plaza, a un punto de la cuarta que ostenta el Málaga, precisamente el próximo visitante del Villamarín –domingo 24 de febrero–, que en esta jornada visita la cancha del Levante.
Tras estas dos visitas, porHeliópolis aún deberán pasar Osasuna, Getafe, Sevilla, Dépor, Celta y Zaragoza, todos ellos clasificados en la mitad baja de la tabla, por lo que en teoría el calendario se presenta más asequible en casa y más duro fuera en esta decisiva segunda vuelta del Campeonato.
Tal y como está transcurriendo la temporada, con 60 puntos puede bastar para acabar entre los seis primeros y algunos menos para ser séptimo u octavo. En lo que va de siglo (doce temporadas) sólo en dos ocasiones el sexto sumó más de 60 puntos. Ganando sólo los partidos de casa el objetivo europeo estaría prácticamente conseguido.
