Rafael Gordillo y José Antonio Bosch, el 13-D.
El pasado viernes trascendió que casi veinte jugadores que formaron parte de la plantilla del Betis en la temporada 2009-10 habían denunciado al club ante la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) por los impagos de los salarios y los derechos de imagen correspondientes a ese ejercicio en cuestión. En total, unos 9,2 millones de euros. Con las denuncias ya en poder de la Comisión Mixta de la AFE y la Liga de Fútbol Profesional (LFP), se abría a partir de entonces un plazo de alegaciones para que se cotejen las deudas que presentan los jugadores con las que reconoce el propio club. El Betis ya anunció que no esperará ni un día hábil para dar este paso y las presentará hoy mismo. La tarea de supervisar las alegaciones y comprobar si las cantidades exigidas por los futbolistas se corresponden con la realidad ha corrido a cargo de la asesoría jurídica externa que ya tenía contratada la entidad de Heliópolis cuando Manuel Ruiz de Lopera aún mandaba. Curiosamente, el responsable es Óscar Arredondo, que dejó de ser consejero tras aquella famosa polémica con las sevillanas del perro Hugo en el año del Centenario. En el trabajo, arduo porque cada reclamación debe tratarse de forma individualizada, caso a caso, también ha colaborado el consejero Eduardo González Biedma. El nuevo consejo de administración dio a entender que algún directivo incluso acudiría a Madrid para hablar con el presidente de la AFE, Luis Manuel Rubiales, pero esa reunión no se producirá hoy. Las alegaciones no hay por qué entregarlas en mano.
Las denuncias que se conocieron el viernes, a las que aún se puede sumar alguna que otra de actuales componentes del plantel, se realizaron en tiempo y forma por parte de los jugadores. Les convenía hacerlo antes de que el juzgado apruebe el concurso de acreedores y también para no perder la ayuda del Fondo de Garantía Salarial, que abonará 180.000 euros por cabeza para compensar esas deudas. Hasta los nuevos rectores del Betis defendieron este derecho de los profesionales y solicitaron a la afición que no se lo reproche en algún partido. El vicepresidente, José Antonio Bosch, también opinó que los jugadores habían sido "alentados" por alguien.