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El Betis quiere dejar atado su ascenso en Córdoba

La debacle del Celta ante el Girona pone en bandeja el ascenso a los verdiblancos, que, pese a todo, tendrán que ganar a Córdoba y Tenerife para subir el próximo miércoles. 

el 07 may 2011 / 18:29 h.

Jorge Molina, en la imagen junto a Goitia, será titular en Córdoba.

Después de completar una semana ajetreada en lo institucional, y una vez zanjado el debate de la continuidad de Pepe Mel al frente del banquillo, el Betis se juega en Córdoba algo más que tres puntos. 

El enésimo tropiezo del Celta, -ayer fue goleado por el Girona (0-4)-, deja en bandeja el ascenso para los verdiblancos, que en caso de ganar en El Arcángel aventajarían en 14 puntos al tercero cuando quedarían sólo 15 por disputarse. Vamos, que la fiesta es cuestión de días.

El próximo miércoles podría dejar finiquitada su tarea el conjunto de Pepe Mel, pero antes de medirse al Tenerife -que podría bajar matemáticamente en Sevilla- debe doblegar a un rival que, a 4 puntos del descenso -le fastidió la derrota del Rayo ante el Salamanca-, quiere vivir, por fin, una recta final de año tranquila.

A los locales les valdría con una victoria para abrochar una salvación que también parece cuestión de tiempo. Para el trascendental partido, revestido de un aire de fiesta en ambas hinchadas -se espera un lleno total, tal y como ocurrió hace un año-, Mel deberá asumir las siempre significativas ausencias de Nacho y Achille Emana, titulares en el dibujo del madrileño.

Pero una de las cosas buenas de este Betis, además de saber levantarse una y otra vez de los problemas institucionales, es su amplio repertorio de protagonistas. Así, el conjunto verdiblanco tendrá que disponer un once inicial un poco extraño, pero competitivo al fin y al cabo, para seguir marcando el camino en Segunda.

Mel lo tiene todo preparado para el partido más importante en lo que va de año. Isidoro, una garantía en la banda derecha, estará hoy en la izquierda por la lesión de Nacho, algo que ha venido ensayando a lo largo de la semana. Su posición habitual será para el portugués Miguel Lopes.

Con Casto en la meta, la titularidad en la zona central será para Dorado y Roversio, los dos centrales que mejores prestaciones han ofrecido a lo largo de la temporada. Con Beñat e Iriney en la línea de medios, el papel importante en la mediapunta será para Juanma, que ocupará el lugar de Emana, en la izquierda y Pereira en la diestra. Rubén Castro será el enganche con Jorge Molina, que volverá a ser el '9' referente en la definición.

La debacle del Celta ante el Girona ha dejado el camino expedito para el Betis, que podría subir en casa después de las fiestas de Jaén y Burgos hace ya demasiados años.

Las cuentas están clarísimas. Hay que ganar los dos próximos partidos para que, al filo de la medianoche del próximo miércoles, Heliópolis vuelva a ser una fiesta. El Córdoba de Lucas Alcaraz, uno de los equipos mejor trabajados de Segunda, quiere retrasar la fiesta verdiblanca a toda costa. Y para ello lo ha preparado a conciencia.

Los blanquiverdes, que estarán arropados por más de 10.000 aficionados y un gigantesco mosaico -habrá unos 3.000 béticos en las pobladas gradas del coliseo ribereño-, deben tener en cuenta las bajas del exsevillista David Arteaga, Jonathan Sesma y Jorge Luque, que no se han recuperado a tiempo de sus lesiones y verán el partido desde la grada. En las filas locales estará alguien cuyo nombre se ha vinculado, caprichosamente, al Betis en la semana previa al partido: el excéltico Richy.

El central blanquiverde será titular en un equipo en el que ya no aparece Raúl Navas, implicado en el presunto amaño de partidos por parte del Hércules la pasada temporada y que estará en el banquillo junto a Lucas Alcaraz. Al Betis le valdría para dejar atado el ascenso el 0-1 que ya cosechó la pasada campaña, registro que firmó en el debut de Víctor Fernández. Un año después, la situación es diferente. Aquel Betis buscaba el milagro en la segunda vuelta y el Betis de ahora es capaz de hacer milagros.    

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