El cambio de la discordia: Roversio entra por Emana.
Cualquiera tendría derecho a haber esperado algo más del presunto gran favorito al ascenso que el pobre balance de un punto sobre seis en su doble colisión con rivales directos. Pero el Betis demuestra hallarse en crisis de miopía en las áreas contrarias: un gol en estos 180 minutos… y sólo dos en 270, en la serie de tres partidos que incluye el agónico 1-0 ante Salamanca. Cosas buenas: el Betis queda favorecido ante el Rayo con el punto extra del cociente particular; el Celta debería ganar mucho y con muchos goles para superarle con el cociente general, en un eventual empate directo… y en eventual triple empate con Rayo y Celta, el Betis ya nunca quedaría último. Todos esos muebles se han salvado…Mirando así las cosas, la gente del Betis puede darse con un canto en los dientes… a la vista del actual nivel de juego del equipo, con miserias ante Rayo y Celta en el juego de campo ‘diez contra diez’, dominador de los vigueses cuando éstos ya se movían con uno menos… y bastante tambaleante tras la expulsión de Belenguer. Ayer, con pista mojadísima y en los últimos ocho minutos, el Betis se enfrentó al Celta ‘nueve contra ocho’ en el juego de campo, después de la expulsión postrera de Iago Aspas. Y ni siquiera en esas condiciones dio el equipo de Mel sensación de peligro real en el área del buen portero Yoel. En el asalto definitivo faltaba el golpeado Emana, que a veces parece un león indomable y otras veces desaparece como gato negro en noche sin luna.
Conclusión: el Betis tendrá que combatir hasta el final por el ascenso directo, a menos que los aperreados jugadores del Rayo tomen sublimes decisiones. Esto, cuando las velas de Granada y Elche ya asoman a popa del renqueante trío de cabeza: si el Betis ha sumado uno de seis puntos ante Rayo y Celta… el mismo Celta venía de lograr un punto en cinco partidos. Y el Rayo rescató un empatito en Valladolid, tras verse 2-0 abajo. Toca combatir, resistir… y ya veremos qué pasa.
