Dos semanas, ni una más ni una menos, le ha durado al Betis su feliz estancia en la zona de ascenso a Primera. Llegó a ella tras imponerse con mucho sufrimiento al Castellón, la mantuvo pese a perder en casa con el Girona y la perdió pese a puntuar en el difícil feudo del Villarreal B. La falta de continuidad en la parte de la tabla donde se presuponía que iba a pasar la mayor parte de la temporada no es ninguna novedad en el equipo verdiblanco.
En lo que va de campaña apenas ha sido capaz de estar siete veces entre los tres primeros, un dato muy triste cuando resulta que ya se han celebrado 31 jornadas, y sólo al principio consiguió cierta continuidad, pero sin excesos, tres jornadas consecutivas como mucho (3ª, 4ª y 5ª) gracias a sus victorias sobre el Recreativo y el Albacete y el empate con el Cartagena.
Los datos del Betis contrastan, y de qué manera, con los de los equipos que copan la zona de privilegio. La Real Sociedad se situó entre los tres primeros en la 6ª jornada y desde entonces no ha salido de ahí; en total, 26 jornadas en esos puestos. El Hércules, que a duras penas sobrevive en la segunda plaza pese a perder cuatro de sus cinco últimos partidos, accedió al ascenso de forma puntual tras la 6ª jornada y regresó en la 10ª para no abandonarla ya nunca más; en su caso han sido 23 jornadas ahí. Y el Cartagena, ídem: estuvo primero trece jornadas, entre la 3ª y la 15ª, luego en la 17ª y la 18ª, a continuación entre la 20ª y la 28ª y por último tras este fin de semana, así que los murcianos han estado arriba 25 jornadas. El Betis fue segundo tras la 1ª jornada, segundo también entre la 3ª y la 5ª, tercero tras la 16ª y tercero también en las dos últimas jornadas. Ahora que es primavera y está de moda la alergia, es evidente que el Betis la tiene a los puestos de ascenso.
Para concienciarse de que el ascenso exige más fiabilidad y, sobre todo, para corregir el mal momento de juego que atraviesa su equipo desde la segunda parte de Irún, Víctor Fernández se encerró ayer con sus hombres en el vestuario y dedicó un rato a la autocrítica. La recesión del Betis desde que recortó ocho puntos al Cartagena en un santiamén es patente y la filosofía del mensaje del maño fue clara: deben recuperar el estilo que les permitió realizar esa gran remontada. El autoanálisis irá acompañado de cambios en la alineación ante el Cádiz: ojo a Caffa, autor del 2-2 en Villarreal, y a Capi, ya recuperado de sus últimas molestias.
