Un aciago 31 de mayo de 2009, el Real Betis sellaba su descenso a Segunda División. Josep María Nogués abandonaba la entidad de forma prematura y el primer plantel, que debía cumplir con dos amistosos en Guillena y Lora, anticipó sus vacaciones.
Así, el consejo de administración, dirigido por Lopera, suspendió sine die, de forma unilateral y esgrimiendo "razones de seguridad" ambos compromisos, para los que Guillena y Lora ya habían impreso los carteles y las entradas especiales con el objeto de conmemorar la histórica visita a sus feudos. El club emitió entonces un comunicado oficial en el que admitía que mantenía una deuda con ambas localidades.
La deuda con el Guillena CF se saldó, ya con Oliver en el consejo, el 28 de julio de 2010 gracias a un Real Betis-Osasuna que abarrotó La Vega. Sin embargo, el Lora aún continúa esperando una respuesta positiva desde las oficinas del Benito Villamarín.
El presidente de la entidad del Nuestra Señora de Setefilla, Juan José Corona, envió una misiva a su homólogo heliopolitano, entonces Rafael Gordillo, el 26 de marzo de 2011 para tratar de cerrar una nueva fecha, aunque no hubo fumata blanca. Lora continúa a la espera.
