Baptistao devuelve el balón de cabeza a Simeone en un entrenamiento / Diego Souto
La plantilla del Betis regresa este lunes por la mañana al trabajo con una sesión que de nuevo se celebrará a puerta abierta en la ciudad deportiva. Comienza a las 10.30 y en el entrenamiento, salvo sorpresa, no aparecerá ninguno de los refuerzos que obligatoriamente necesita el equipo si no quiere verse en Segunda dentro de cinco meses y medio. Uno o dos delanteros, un mediocentro de carácter defensivo, un portero... Las pretensiones verdiblancas en el mercado invernal recién inaugurado son amplias y ambiciosas y quizá las gestiones no han sido todo lo productivas o ágiles que requiere la pésima situación en la tabla, pero en los despachos del Villamarín se confía en que esta semana precipite los acontecimientos y Juan Carlos Garrido pueda disponer de alguno de los fichajes para el choque del domingo contra Osasuna, una nueva final liguera.
La operación más adelantada a priori es la cesión de Leo Baptistao, más que la de Dorlan Pabón. Ya existe acuerdo con el Atlético de Madrid y el único inconveniente que podría frustrar la negociación es que el Rayo Vallecano decida gastarse un dinero que no tiene de aquí al jueves. Ese día expira la opción preferencial que en su día firmó el club franjirrojo con el rojiblanco y no da la impresión de que el modesto club del barrio madrileño vaya a interferir en el regalo de Reyes verdiblanco. El otro obstáculo, cómo no, es que el delantero brasileño no quiera venir al Betis, pero ya ha podido comprobar que en el Atlético va a tener muy pocos minutos porque Diego Costa, Villa y Adrián se lo han puesto imposible.
La plaza en el centro del campo para sustituir al lesionado Xavi Torres es otra obsesión del cuerpo técnico y la secretaría técnica. El alemán Julian Schuster, del Friburgo, estará concentrado con su equipo en Rota a partir del miércoles y el Betis puede tener ahí una buena oportunidad para cristalizar su interés.
