La pegada, una vieja amiga del Betis de Pepe Mel, reapareció ayer en esa especie de segunda casa verdiblanca en la que se ha convertido La Romareda. Cuatro victorias consecutivas acumula allí el conjunto heliopolitano, que empezó 2013 no como cerró 2012 pero sí en la misma línea que el año pasado, con el agradable sabor de una victoria. Marcaron Rubén Castro y Jorge Molina, que son algo así como el Messi y el Cristiano Ronaldo particulares de este Betis que con muchos obreros, algún que otro artista y un enorme delantero con un magnífico escudero ha superado la barrera de los 30 puntos cuando aún no ha concluido la primera vuelta, ha conseguido seis triunfos en nueve salidas (récord en su historia) y ha dormido esta noche igualado a puntos con el cuarto, ese Málaga todopoderoso por la voluntad y el dinero de un jeque árabe. En el Betis no hay jeque que valga pero sí un bloque que casi siempre gana cuando juega bien... y cuando juega mal.
El choque de La Romareda, que supone la tercera victoria seguida del Betis fuera del Villamarín, es otro ejemplo de que la escuadra de Mel es aproximadamente el Levante de la campaña pasada, un grupo tan hecho y compacto que ya es regular casi por inercia. Que el partido se marchase con 0-1 al intermedio, de hecho, podría tildarse de milagroso si no fuese porque, visto lo visto en lo que va de temporada, es la realidad misma de este equipo. El esquema es el siguiente: el rival de los verdiblancos se hace con el control, en este caso el Zaragoza a partir del cuarto de hora, y genera equis ocasiones, pero no remacha a su contrincante y el Betis, aun jugando rematadamente mal, canta gol en cuanto crea media ocasión.
El conjunto de Manolo Jiménez fue sólo una víctima más. Seguramente creyó que ganaría cuando su oponente, tras un principio prometedor, desapareció del campo en el minuto 20. Y esa convicción aumentó cuando en menos de diez minutos inquietó hasta en cuatro ocasiones a Adrián, generalmente por el flanco donde se desenvuelve un chaval llamado Víctor. Él cavó un agujero que no se tradujo en daños mayores por el oportunismo de Chica y Beñat antes de sendos remates a placer de Postiga y el propio Víctor en dos saques de esquina, por la mala cabeza de Álvaro, que echó la pelota fuera con todo a su favor, y porque Nacho, al principio de ese recital de ocasiones, estorbó a Postiga con Adrián ya superado.
El Betis, en cambio, no falló. Sólo necesitó un saque rápido de Adrián, un espléndido centro de Campbell (en su primera y única acción de todo el partido por la izquierda) y, cómo no, la irrupción de Rubén, que ganó la espalda a toda la defensa antes de batir a Roberto. El primer gol del Betis, el primer gol de la Liga en 2013 y el rival, como tantos otros, en estado de shock e incrédulo ante lo que acababa de suceder.
La segunda parte ofreció al mejor Betis del partido. Además, Nosa, por cierto escorado a la izquierda, amagaba con autoexpulsarse y eso forzó la temprana entrada de Jorge Molina, que como casi siempre hizo mucho bien a los verdiblancos. Precisamente el alcoyano logró el 0-2 tras una brillante jugada personal. Cuatro minutos antes había fallado un remate a placer.
Con 0-2 a favor y el control absoluto del juego ahora con el 4-4-2 por bandera, el Betis pudo sentenciar en algún que otro contragolpe pero se lo impidió Roberto, que frustró dos remates consecutivos de Rubén Castro cara a cara. Acto seguido, Víctor propició con su coraje el tanto de Montañés. Al partido, acelerado por el Zaragoza, le faltaba un cuarto de hora y se preveía sufrimiento por parte bética, pero no lo hubo. A su rival le fallaron las fuerzas, Víctor se marchó exhausto y la política del balonazo arriba suele ser muy bien gestionada por Amaya, Mario y compañía. Así que el Betis ganó y duerme soñando con la Liga de Campeones. Un gran regalo de Reyes para los béticos y el mejor homenaje para Rafael Cruz.
REAL ZARAGOZA: Roberto; Sapunaru (Ortí, m. 73), Loovens, Álvaro, Abraham; Movilla, Apoño; Edu Oriol (Zuculini, m. 61), Víctor (Javi Alamo, m. 84), Montañés; y Postiga.
REAL BETIS: Adrián; Chica, Mario, Amaya, Nacho; Beñat (Rubén Pérez, m. 79), Cañas; Campbell, Salva Sevilla (Pozuelo, m. 72), Nosa (Jorge Molina, m. 52); y Rubén Castro.
Goles: 0-1, m. 44: Rubén Castro. 0-2, m. 58: Jorge Molina. 1-2, m. 77: Montañés.
Árbitro: J.A. Teixeira Vitienes (Colegio Cántabro). Amonestó a Cañas, Amaya, Nosa y Nacho en el Betis; y a Movilla, Postiga y Álvaro en el Zaragoza. Expulsó a Álvaro al término del partido por decirle "eres muy malo, tío".