Los jugadores del Betis no paran de preguntar a los periodistas en El Portil cómo está el club y qué futuro le espera. Pronto podrán preguntar al nuevo hombre fuerte de la entidad, no en acciones pero sí en capacidad de mando, porque Luis Oliver piensa pasarse por la concentración del equipo entre hoy y mañana y ya adelanta que su intención es "transmitir tranquilidad". De hecho, ayer confiaba en reunirse con los grupos contrarios al antiguo máximo accionista antes de ir a Huelva: "Si para entonces ya hemos hablado con la oposición, los jugadores se sentirán mejor, porque ellos están sudando la camiseta por todos los béticos", razonó.
Ese encuentro entre Oliver y el grueso de la oposición no tiene fecha. De hecho, las cuatro asociaciones (Por Nuestro Betis, Béticos por el Villamarín, Liga de Juristas Béticos y Fundación Heliópolis) se niegan a verse sólo con Oliver. Esa fue la primera propuesta que les llegó por parte del club, en concreto a través de Ángel Martín, responsable económico durante la mayor parte de la era Lopera y actual consejero adjunto a la presidencia. El planteamiento fue rechazado de plano por los grupos a los que se dirigió Martín porque su intención es tratar el futuro del Betis con quienes de verdad tienen peso accionarial en el consejo, léase Rufino González o Manuel Castaño, además del presidente, José León. "Para nada queremos una reunión con Oliver. Si quiere entrar, no nos molesta, pero la condición sine qua non es que la reunión sea con el consejo", resume José Antonio Tirado, de PNB. "Hay que tener claro que la reunión sería con el consejo, en el que entendemos que no debe estar Oliver porque no sabemos si tiene una acción", respalda Miguel Cuéllar, de la Fundación.
Tras recibir la negativa de sus interlocutores, Martín recondujo la propuesta y ayer mismo insistió en que haya una reunión entre los representantes de los cuatro grupos y el consejo de administración. Ahora falta cuadrar las agendas, aunque queda dicho que a Oliver le gustaría que fuese antes de visitar a la plantilla. Otra cosa es lo que opina la otra parte, poco convencida con la presencia del navarro y nada convencida con la posibilidad de que el Betis desconvoque la junta del 20 de agosto. "Si la desconvocan, la reunión no tendría mucho sentido", advierte Tirado. El consejo aún debe verse para tomar esa decisión.
Oliver, mientras tanto, apela a la unidad cada vez que habla. "El consejo decidió por unanimidad reunirse con ellos. Los béticos lo entenderían como el principio de la paz social. Nosotros no vamos a poner ninguna condición previa y espero que ellos tampoco la pongan. Necesitamos a la oposición y a todos para dar ideas positivas, no para hablar de coger el poder. Eso ya se dilucidará", apuntó ayer en la radio del club.