El Betis cierra el 2013 como colista de Primera división. Han bastado 17 negras jornadas para que la Era Pepe Mel haya pasado a mejor vida en el siempre convulso club heliopolitano. Es la dictadura del balón, que si no acaba donde debe con la frecuencia necesaria arrasa como un tsunami lo que frívolamente se denominan proyectos o más concretamente, en el caso del entrenador, a los hombres de club. Cuando el balón no entra y empiezan los pitos en la grada, cada cual se arropa con lo que puede, que suele ser un cese por aquí y otro por allá, una contratación por aquí y dinero que antes no había para comprar futbolistas. Nada cambia en el fútbol y especialmente en el Betis, que justo ha disfrutado y sufrido en las dos mitades de este año a punto de cerrarse una especie de compendio de su propia historia de más de cien años.
La vuelta a Europa. Vayamos por partes. El Betis arrancaba el año, el 4 de enero, pletórico. La victoria en la Romareda de Zaragoza colocaba al conjunto de Pepe Mel quinto en la tabla en la jornada 18. Rubén Castro y Jorge Molina hacían los goles aquella tarde para uno de los equipos que mejor fútbol practicaba de la competición, que igualaba con el cuarto a 31 puntos, el Málaga, y por tanto con plaza de Champions. Sólo el Barcelona, el Real Madrid y el Atlético de Madrid habían ganado más partidos a esas alturas que el Betis, que sumaba 10, y también era, con 28 tantos, el cuarto equipo más goleador de la competición. Con el de Zaragoza, el delantero canario sumaba 10 goles en 18 jornadas y se consolidaba como uno de los mejores goleadores nacionales.
El Betis había ganado en sus salidas precedentes en Balaídos y Riazor y acababa por cerrar una de las mejores primeras vueltas de su historia con 34 puntos. No sólo tenía la permanencia asegurada, sino que podía empezar a soñar con Europa. En enero resolvió con mucha dignidad su participación en la Copa, tras remontar la eliminatoria al Valladolid, superar la de octavos ante Las Palmas y caer en cuartos ante el Atlético de Madrid, tras un 2-0 en el Calderón y empatar a uno en Villamarín. El inicio del año trajo a Dorlan Pabón, un jugador decisivo en la segunda parte de la temporada, pero también una plaga de lesiones, incluido Rubén Castro, que frenó la dinámica del equipo, que no volvió a coger el pulso hasta la goleada al Málaga por 3-0 en casa. En el tramo final llegó la exhibición en Granada (1-5), la vertiginosa igualada en el derbi que perdía por 0-3, y con las victorias ante Celta y Zaragoza al resguardo de su afición, y el empate en Valencia ante el Levante firmaba una clasificación para la Liga Europa como séptimo clasificado impensable a principio de temporada. Rubén Castro acababa con 18 goles, Pabón con 8 y 4 asistencias. Siete años después el Betis de nuevo en Europa.
Renovación. En la foto, a la izquierda, Pepe Mel, a la derecha, Vlada Stosic y en el centro Miguel Guillén. El 3 de junio el entrenador renovaba su contrato hasta 2016 con una opción para seguir hasta 2017 incluso. Era el reconocimiento a una realidad constrastada. El madrileño desempeñaba el papel principal e el club no solo en el ámbito que estrictamente le correspondía. Era mucho más, el portavoz, la imagen de una entidad que había mejorado en muchos aspectos. Mel era el Alex Ferguson del Betis... aunque en materia de renovaciones y fichajes estaba lejos de disponer del peso del legendario manager del Manchester United.
Despedidas. Pese a tener que acometer tres competiciones y la exigencia que ello conlleva, la política de fichajes del Betis en verano no varió mucho. Gastó algo más pero ni mucho menos la cantidad por la que traspasó a Beñat, el jugador básico en la creación del centro del campo, al Athletic. Desde hacía meses también era sabido que no seguirían Cañas, ni Adrián, tampoco Pozuelo, todos canteranos y con buenas ofertas. Tampoco renovó Mario como era el deseo de Mel ni llegó el delantero constrastado que reclamaba el técnico. Cuando Rubén se lesionó en la pretemporada saltaron las alarmas. Llegó Joan Verdú como gran estrella y Xavi Torres pero no el medio defensivo reclamado y Mel reconvirtió a Matilla. Tenemos mejor plantilla que el año pasado, dijo Stosic, pese a que tampoco seguían Pabón, ni Campbell.
Ceses. La pretempoda no despejó las muchas dudas que había sobre la configuración de la plantilla, aunque el equipo no daba para vaticinar lo peor. El presidente Guillén incluso se atrevió a decir que el objetivo era Europa. Supera el play off de la Liga Europa ante el débil Jablonec e incluso sin problemas la fase de grupos rumbo a dieciseisavos, también la eliminatoria de Copa ante el Lleida, pero en la Liga... Sin Rubén Castro, que finalmente decide operarse el 7 de octubre y no regresa, testimonialmente, hasta la debacle en el derbi de Nervión (4-0), y sin otro goleador más allá de Molina, el Betis sólo suelta dos buenos partidos, ante el Valencia (3-1) y ante el Villarreal (1-0). Pepe Mel, el Ferguson del Betis, era cesado el 2 de diciembre tras empatar con el Rayo. Vlada Stosic cae el 22. Su último trabajo, contratar a Juan Carlos Garrido, que asume también la función del serbio.
Inicio sin cambio. Firmó Garrido sólo hasta final de temporada, y de momento no ha sido el revulsivo que se esperaba. Arrancó en Liga encajando un 5-1 en San Sebastián. Luego cayó en casa ante el Almería. Ganó al Lleida en Copa y empató con el Rijeka en Europa.
Convenio aprobado. Fue el 16 de mayo cuando el Betis lograba cerrar un acuerdo básico para su viabilidad presente y futura. La junta de acreedores aprobaba el convenio propuesto por la entidad y los administradores concursales para satisfacer la deuda. Contó con la adhesión final del 61,94% de la deuda ordinaria (39,1 millones) y una abstención, la de Hacienda. Con la quita se quedan en unos 19,5. y se pagarán entre 2013 y 2020 (2022 en caso de estar dos años en Segunda), con pagos de 3 y 4 millones cada 30 de junio.
Cantera. En el mes de marzo el club acomete una importante remodelación en la cantera, declarada por el consejo como el pilar fundamental del futuro del club. Llega Luis Fradua, que tiene en su currículum su paso por Lezama y el Athletic, en sustitución de José Antonio Gordillo, que había sido el coordinador hasta entonces y el que había presentado unos meses antes el proyecto Heliópolis pero que había mantenido serias discrepancias con los rectores del club.
Lopera. José Antonio Bosch Valero sigue en el consejo de administración representando las acciones de Ruiz de Lopera por mandato judicial. El exmandatario bético acudió al juzgado el pasado día 24, después de que la jueza Alaya le citara para informarle sobre su imputación por otro delito societario en la gestión del club. También acudió en octubre y luego en noviembre, en una instrucción que cumple cinco años y que aún no tiene fecha para el juicio.
