Pablo Crespo, número dos de la trama Gürtel, y Álvaro Pérez El Bigotes mantuvieron una reunión con el secretario general del PP valenciano, Ricardo Costa, dos semanas antes de ser detenidos, para informarle de la situación y "buscar una solución consensuada" al asunto de los trajes del presidente de la Comunidad de Valencia, Francisco Camps.
Así consta en las comunicaciones telefónicas intervenidas por la Policía, en las que queda acreditado que Costa acudió al despacho de El Bigotes en Valencia la noche del 22 de enero pasado, para hablar de los trajes que recibió Camps como regalo. Pérez fue quien citó a Costa para informarle de la "cabronada" que les había hecho otra de las implicadas en la trama, Isabel Jordán, que les quería meter "en un lío".
Por entonces, Pérez y Crespo estaban convencidos de que la investigación iniciada por la Fiscalía tenía su origen en una denuncia de Jordán, quien ya había abandonado el entramado de empresas por desavenencias. "Es muy importante que lo sepas, sobre todo para que veas cómo lo va a arreglar Pablo [Crespo]", le dijo El Bigotes a Costa por teléfono. Horas después, Costa acudió en su coche oficial al despacho de Pérez en la calle Colón de la capital valenciana, donde coincidió con Pablo Crespo, quien viajo de urgencia desde Madrid para coordinar la estrategia.
Una de las estrategias que idearon para su defensa fue alegar que compraron los trajes a medida para Camps para usarlos en sesiones de fotos, pero que después el presidente siempre los devolvía. Nada más acabar la reunión, Pérez llamó a Correa, para ponerle al tanto de lo ocurrido.
En dicha conversación, Correa intentó tranquilizar a El Bigotes y diciéndole que no tienen nada más contra Costa, pero que debía adoptar medidas porque está "en el punto de mira" por trabajar con un cargo público.
"Eso es una gilipollez, pero lo que pasa es que será el principio de un montón de cosas", reconoció Correa. Al día siguiente, Pérez y Crespo viajaron a Madrid con el único fin de reunirse con el sastre José Tomás, al objeto de influir en su declaración ante la Fiscalía Anticorrupción. Dos semanas después, se iniciaba la fase operativa de la operación Gürtel y fueron detenidos Correa, Crespo y El Bigotes.
Gobierno de aguirre. Los datos del sumario revelados también confirman que la Comunidad de Madrid, presidida por Esperanza Aguirre, continuó contratando a las empresas de la trama para organizar sus actos a las empresas de Francisco Correa incluso después de que Garzón, estuviera ya inmerso en la investigación de la presunta trama corrupta vinculada al PP.
Garzón comenzó la investigación en agosto de 2008 y la fecha de facturación del último contrato corresponde al 9 de febrero de 2009, tres días después de que estallara públicamente el escándalo. El Gobierno de Aguirre siempre trabajaba con las empresas de la red con contratos pequeños por indicación del ex consejero de Deportes Alberto López Viejo, quien exigía que las contrataciones siempre fueran por un valor inferior a 12.000 euros para evitar tener que abrir un concurso púbico.
El sumario, parcialmente público, también refleja que Correa ofreció en alguna ocasión "servicio de chicas" a dos concejales de Majadahonda.