En apariencia los ERE que ha emprendido la compañía Roca en varias de sus fábricas no esconden detrás ninguna operación que busque cargarse la actividad laboral para luego sacarle dinero a los terrenos en los que se asientan sus centros de trabajo. Pero aún así, no viene mal garantizarse que se esté pensando en una operación de este tenor en el medio o largo plazo.
Por eso parece más que correcta la moción aprobada esta pasada semana por el Pleno del Ayuntamiento de Dos Hermanas en el que se garantiza que los suelos de la fábrica de Cerámicas Bellavista, propiedad de Roca, no cambiarán de uso industrial a residencial. Roca es una empresa en crisis y por eso aplica el instrumento del expediente de regulación de empleo que viene amparado por la legislación laboral, pero es obligación de las Administraciones evitar que alguna compañía aproveche la crisis para ajustar sus plantillas sin motivo para hacerlo.
