El mayor buque de la Armada Española, el Juan Carlos I, ya está en el mar. Sobre las seis de la tarde de ayer, dio sus primer paseo desde los astilleros de Ferrol, después de que su madrina, la Reina Sofía, oficiara el rito de estrellar la tradicional botella contra la quilla de la nave.
Los sones del himno de España acompañaron al buque en su encuentro con el agua, mientras miles de ferrolanos asistieron expectantes a la botadura del espectacular barco y el resto de los navíos atracados junto a los astilleros de Navantia le siguieron haciendo sonar sus sirenas.
Mientras, el Rey Juan Carlos I, ataviado con su uniforme de capitán general de los Ejércitos y acompañado por los Príncipes de Asturias -Don Felipe con el uniforme de capitán de Corbeta-, los ministros de Defensa, José Antonio Alonso, y Cultura, César Antonio Molina, y el Jefe del estado Mayor de la Armada, Sebastián Zaragoza, siguió la ceremonia, junto al resto de autoridades, autonómicas, locales y los responsables de la naviera militar.
Doña Sofía fue la encargada de hacer que la grandiosa nave se desplazara por los raíles hasta el mar, después de pulsar con una maza el botón que rompió el cable que unía al Juan Carlos I a tierra, al tiempo que colisionaba contra la quilla la botella de cava, un momento memorable para autoridades, astilleros y espectadores. El buque, que desplazará como el más grande de la Armada al Príncipe de Asturias, estará terminado a final de año, pero no estará operativo hasta dentro de al menos dos años.
La fecha y la hora de la botadura no se eligió al azar, sino porque tan sólo ayer a las 18.09 horas y otro día del otoño la pleamar está en lo más alto y es el momen- to más idóneo para la botadura.
Para el funcionamiento de esta gran mole, cuya altura es la de un edificio de 12 plantas, serán necesarios más de 240 tripulantes, a cuyo frente estará el capitán de navío Andrés Amable. Tendrá capacidad para transportar a 1.200 militares, 27.000 toneladas, podrá utilizarse como portaaviones alternativo -su plataforma podrá albergar a 30 aeronaves-, buque anfibio para Infantería de Marina, buque de despliegue de fuerzas del Ejército de Tierra y para realizar misiones humanitarias.
Será útil como hospital -está dotado con quirófanos, salas de dentista, enfermería, consultas y curas, así como una unidad de infecciosos, área de selección de heridos, de rayos X, laboratorio y farmacia- o para transportar material de construcción, allí donde las tropas españolas participen en misiones de paz.
