La página web www.ebonomico.com es el proyecto de Sergio Gordillo y Pablo Borrero, dos amigos que tuvieron una buena idea: situar en un mismo portal de internet el mayor número de ofertas posibles de los comercios y servicios de Sevilla. De forma exclusiva, gratuita y sin necesidad de registrarse; simplemente, imprimiendo un bono o recibiéndolo en su e-mail. Así funciona esta idea.
En la web están todos los bonos descuentos de los comercios que los ofertan. Una vez impreso, sólo tiene que acercarse al comercio elegido y calcular cuánto se ha ahorrado. Quién sabe si el resturante de debajo de su casa lo invita a una cena para dos por el precio de uno esta noche. Eso es lo que ellos ofrecen a los comercios que deciden anunciar aquí sus ofertas: que ese mensaje llegue a quien le interese. Y de qué manera, sólo hay que fijarse en el coche para ver que lo suyo es llamar la atención.
Partiendo de los temas que ellos dominan, la creatividad publicitaria y el marketing, su idea era crear una empresa a ritmo personal y que generara actividad, pero sobre todo que comunicara. Sergio cuenta: "Más de una vez nos han parado por la calle al ver el coche y nos han dicho que si nosotros éramos los de ebonómico, que estaban todo el día cogiendo cosas de la web". Ellos no buscan que sea bonito, que nunca está de más, sino que sea un puente entre la oferta que está en internet y la gente, literaturas aparte, que a final de mes el bolsillo se quede un poco más lleno. Y por el lado de los comercios, que estos vean cómo sus locales se llenan de gente que encuentra lo que busca.
El proyecto tiene su base en Sevilla pero su campo de batalla es donde haya un ordenador a mano; de hecho, de donde reciben más visitas es de Málaga, Valencia y Madrid. Hay que contar con la sección de comercios online, también el ahorro a golpe de ratón. Además de buenos precios, si busca bien, encontrará algunas ofertas que merecen un lugar aparte. Desde viajes, bares, hogar o un capricho para las mascotas, hasta lo que quiera imaginar.
Pablo explica que ya son los propios clientes en las tiendas los que les recomiendan a los comerciantes que se apunten a "eso del bono con descuento de internet", o eligen una tienda si ven que tiene la lona de ebonómico en la puerta. Algunas ofertas parecen regalos: desde viajes con el 40% de descuento a algo mucho más inverosímil aún, clases de flamenco a un euro. Sí, a un euro. Piense en lo barata que le saldrá la próxima Feria de Abril, quizás alguna tienda de moda flamenca acompañe esta oferta.
Pese a que se quiera ahorrar, no siempre se puede contener el gasto. Con este nuevo panorama económico de bolsillos vacíos, poco a poco, como si algo quisiera pasar desapercibido, se dejan de comprar algunas cosas que le acompañaban todos los domingos, o se renuncia a ese desayuno con churros de los sábados. Pero cómo se le dice a un coqueto que renuncie a la peluquería mensual o al que sufre de estrés que se olvide de su masaje que tan bien le sienta. Quizás no se tenga que renunciar a nada de ello y, paradójicamente, se pueda ahorrar gastando. Poco, claro.
