Cultura

El CAAC comunica a Ai Weiwei que ha roto su jarrón y espera reabrir la obra

El centro ha trasladado a la fundación prestadora y al artista el siniestro y pretende seguir exhibiendo la instalación

el 12 abr 2013 / 14:02 h.

aiweiEl Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC) ha emitido esta mañana un comunicado confirmando la noticia publicada hoy por El Correo de Andalucía, que ayer "se produjo un accidente fortuito en una de las salas de exposiciones del museo" y que "como consecuencia de ello, se vio afectada una instalación titulada Ghost Gu Coming Down the Mountain, de la muestra dedicada a Ai Weiwei. El museo asegura que "inmediatamente tomó las medidas oportunas para preservar la obra e informó tanto al prestador como al artista de esta situación". "En estos momentos se están elaborando los informes técnicos y científicos preceptivos para solventar los efectos del incidente y volver a abrir la sala a la visita pública", añade la nota. La exposición de Ai Weiwei, titulada Resistencia y tradición, permanece abierta al público, al igual que el resto de las muestras y el monumento que aloja al museo. El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo agrega que "continuará informando de las medidas que se adopten de acuerdo con los informes citados y las indicaciones del prestador y del artista, siguiendo los protocolos museísticos habituales de conservación y exhibición de obras de arte". Este periódico ha tratado de conocer más detalles sobre el proceso de restauración de la pieza, si bien el CAAC emplaza a próximos comunicados. EL ACCIDENTE. Ayer por la mañana, una visitante que recorría junto a un grupo de mayores la exposición dedicada al artista y disidente chino Ai Weiwei, que puede verse en el monasterio de la Cartuja hasta verano, perdió el equilibrio mientras admiraba su conocida instalación Ghost Gu Coming Down the Mountain, una de las más valiosas de la muestra, con tan mala suerte que golpeó una de las vasijas de porcelana que conforman conjunto, partiéndola. La obra, cuyo título se traduce como El fantasma Gu bajando la montaña (2005), está formada por 96 jarrones de porcelana roja y blanca –95 desde ayer–, de 27 x 35 centímetros cada uno. Es una cesión temporal cortesía de la Faurschou Foundation, de Copenhague (Dinamarca), que ahora deberá decidir si mantiene o no el préstamo. Tras el accidente, producido en una de las salas del refectorio del monasterio, el director del CAAC, Juan Antonio Álvarez Reyes, se personó para conocer el alcance del siniestro y decidió cerrar la estancia, alegando motivos técnicos. El jarrón siniestrado presenta un agujero, curiosamente circular, en la zona blanca, no decorada. El fragmento desprendido no sufrió aparentemente más desperfectos. Ayer por la tarde, el personal del centro y los vigilantes decían desconocer por qué estaba clausurada esta sala y cuándo volvería a abrir. Cuando los visitantes preguntaban en taquilla, la versión oficial era que se había producido un fallo del sistema eléctrico, por lo que se desconocía cuándo la instalación volvería a ser visible. Este periódico trató ayer de conocer la versión oficial del CAAC y qué ocurrirá ahora con la pieza y la muestra, si bien, después de comunicar al centro que tenía constancia de lo ocurrido, El Correo no obtuvo respuesta alguna. La instalación accidentada, que ha girado en los últimos años por buena parte de Europa, fue fruto de la colaboración entre Ai Weiwei y el ya desaparecido artista rumano Serge Spitzer. Las 96 vasijas estaban pintadas con representaciones de varios fragmentos de una imagen del Período Yuan (1269-1368). Se basa en una cerámica de mediados del siglo XIV en azul y blanco que fue subastada en 2005 y vendida como una de las piezas más caras del arte oriental. La escena recrea la leyenda popular de Guiguzi (Gu), un famoso guerrero Wang Yi que fue llamado para liberar a Sunzi, otro luchador que había sido capturado en la batalla. En ella aparece Guiguzi representado sobre un carro tirado por dos felinos flanqueado por dos emisarios que van a pie. El conjunto de la instalación conforma una perfecta cuadrícula, cuyo color varía según el ángulo desde el que se observe, invitando al visitante a rodearla para captar la totalidad de la escena. Esta muestra ya trajo varios quebraderos de cabeza al CAAC. Inicialmente estaba previsto traer en septiembre de 2012 una exposición de Ai Weiwei que se encontraba de gira por Europa. Un recorte presupuestario obligó a posponerla y organizar otra –la actual–, que ha costado 45.000 euros

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