Con la Copa del Rey garantizada a falta de refrendo matemático, el Cajasol Banca Cívica –después de este partido, sólo Banca Cívica– tiene ante sí la oportunidad de sumar su décima victoria, objetivo casi tan capital como el mismo concurso en Barcelona, pues alcanzar la decena en el ecuador del campeonato debe equivaler a estar en el play-off por el título, meta última del equipo de Joan Plaza.
No en vano, una victoria este mediodía ante el Gran Canaria permitiría al equipo sevillano equipararse al cuarto mejor registro de la historia del club, sin ir más lejos el de la primera campaña de Plaza, y teniendo sólo por encima las que labraron Imbroda y Petrovic. Palabras mayores, pues.
Si ante el Blu:sens Monbus era Paul Davis quien se enfrentaba al equipo que le trajo y le dio a conocer en la ACB, y bien que se empleó el de Rochester ante su ex, en esta ocasión es Carl English quien se mide a un conjunto canario que le sirvió como estreno y rampa de lanzamiento en la liga española.
Dos temporadas excelentes en la isla, en las que acreditó 15,2 y 15,7 puntos de media y se ganó fama de killer, le propulsaron a Vitoria, pero en el Caja Laboral tenía un rol menos estelar y su promedio bajó a 9,2. La pasada campaña, en Badalona, volvió a sus registros (15,1) pese a una larga lesión y en el presente ejercicio sus números (8,2) son otra vez peores, aunque va a más y en San Pablo aún esperan la mejor versión de English.
Con el Granca vienen Xavi Rey y Pedro Martínez, técnico que salvó al Caja de la ruina hace tres campañas, eso sí, con la valiosa ayuda de Clay Tucker. No lo busquen en la cancha, que el de los insulares es Alando. Un alivio.
