La tragicomedia que escenificó el Cajasol la pasada noche del viernes bien merecería un arreón de orgullo en la guarida del Pamesa Valencia, una cancha poco propicia en esta temporada para cualquier rival e históricamente para los sevillanos. La situación roza lo insostenible y otro tropiezo podría precipitar decisiones drásticas en el club.
En León, el Grupo Begar y el Grupo Capitol Valladolid se enfrentan en el derbi castellano-leonés que pone frente a frente a dos ex entrenadores del Caja, Gustavo Aranzana y Javier Imbroda. Una victoria de los primeros y una derrota de los de Rubén Magnano en Valencia haría que el 2007 diera paso al 2008 con los sevillanos con las mismas victorias de la zona de descenso, seguramente sólo excluidos de ella por el basket average, de momento mejor que el de leoneses y fuenlabreños, sus otros rivales por la permanencia. Más improbable es el éxito de Estudiantes en Bilbao, auténtica revelación de la ACB, de la que es colíder, invicto ante su público.
No mucho más fácil resulta confiar en un triunfo del Cajasol en Valencia, en términos muy semejantes al citado de La Casilla, por cuanto el equipo de Fotis Katsikaris no conoce la derrota como local (condición que comparte, además del mencionado conjunto vasco, con Real Madrid y Barcelona), mientras los sevillanos no saben de victorias fuera de casa, como Estudiantes (tampoco Gran Canaria, León y Murcia). El Pamesa, con tres victorias en los cuatro últimos partidos, contrapone su inercia con un Caja que suma, por contra, cuatro derrotas en sus últimos cinco compromisos. Además, los taronja tienen entre ceja y ceja la posibilidad de cerrar matemáticamente su clasificación para la Copa del Rey de Vitoria, competición que anhelan especialmente tras quedarse fuera de ella la temporada pasada. En la última victoria ante Polaris World Murcia en su feudo dieron un recital defensivo para ganar 73-67, exponiendo uno de sus puntos fuertes (segundo en la lista ACB de este aspecto del juego con 70,4 puntos encajados de promedio). En ataque no brillan tanto (77), pero también son mejores que el Caja (75,8), que además encaja 78,5.
Ahí está la ecuación del tránsito derrotista de los de Magnano, que deberán dar un cambio radical respecto al partido del Tau, o dejarán un mensaje claro a al directiva para que tome medidas antes de que se hunda el barco que Magnano dice no querer abandonar en esta dificultad.
