La historia se harta de exponer que el Carpena es sinónimo de derrota para el Cajasol. Sólo ha dejado de torcer el gesto cinco veces en la ACB en 24 visitas, desde aquella primera al Ciudad Jardín el 14 de octubre de 1990. Entonces eran Caja de Ronda y Caja San Fernando y en los banquillos de cada equipo estaban los hermanos Pesquera. 73-71 fue el resultado. Pesaron más los 21 puntos de Iavarani y los 27 de Henderson, que al año siguiente fue cortado para dar entrada en el equipo a Mike Smith, que los 21 de Bingenheimer y los 22 de Lockhart. En 1992 llegó el primer triunfo sevillano en Málaga en la élite (79-91), gracias sobre todo a los triples de Benito Doblado, Raúl Pérez y Carlos Montes, y al año siguiente la historia se repitió (73-84), con 28 puntos de Brian Jackson. Desde ese 20 de marzo del 93 el Caja sólo ha ganado tres veces más, pero no volvió a hacerlo de forma consecutiva en dos años seguidos. Hoy tiene la oportunidad de repetir el éxito de la temporada pasada (70-81), un triunfo que acabó con una racha de 13 años sin ganar en Málaga. Será un partido complicado, porque Unicaja dispone, pese a la baja del excajista Earl Calloway, de mejor plantilla. Es un equipo que el jueves derrotó con solvencia en el Top 16 de la Euroliga a todo un seis veces campeón de Europa como Panathinaikos (87-71), al que acribilló desde la línea de 6,75 con un total de 15 triples, 5 de ellos de Caner-Medley (de seis intentos para un total de 21 puntos), 4 de Toolson (acabó con 20 puntos) y 4 de Granger. El equipo de Plaza ganó con un 55% de acierto desde esa distancia. Se sacó así la espina de la Copa del Rey, en la que fue anfitrión y derrotado por el CAI Zaragoza en cuartos de final, es decir, a las primeras de cambio. No obstante, como todos los equipos de Plaza, Unicaja es un conjunto fiable, que ha sido capaz de ganar esta temporada en el Palau Blaugrana y que de los siete partidos que ha disputado en el Carpena en la primera vuelta sólo ha perdido ante Valencia (71-74) y CAI Zaragoza (67-76), que está visto que es un equipo que se le atraganta. Del maestrazgo de Aíto García Reneses en aquellas dos temporadas (2003-04 y 2004-05) en las que Joan Plaza fue su técnico ayudante, el barcelonés adquirió el gusto por la defensa y la aplicación en el rebote. No es casualidad que, al margen de la calidad individual y los perfiles distintos que tienen las respectivas plantillas, son equipos de trazo similar en el juego, con preponderancia de las defensas y fortaleza en el rebote, aunque Unicaja tiene la capacidad de generar suficientes puntos (4º mejor ataque ACB) como para poder aspirar a ganar en partidos con marcadores de alta puntuación (en cinco de sus victorias ha superado los 80 puntos, y en dos los 90). A Cajasol casi le está vedada la victoria si sus rivales superan los 70 puntos: solo lo ha conseguido una vez, ante Río Natura Monbus en San Pablo (80-71). En el partido de la primera vuelta en pista sevillana, Unicaja fue tremendamente superior (65-85), aunque sucedió en la tercera jornada de Liga, cuando el joven equipo de Aíto García Reneses estaba aún lejos de tener amarrados los mecanismos que inculcaba el madrileño, que en su particular derbi ante Joan Plaza, con intercambio incluido de banquillos de Málaga y Sevilla, suman tres victorias cada uno, por lo que hoy se romperá esa igualdad. El Cajasol llega con tres victorias en los últimos cuatro partidos (perdió ante el Barcelona) y Unicaja con cinco de los últimos seis (derrota ante el Madrid a domicilio). Se presume una gran lucha bajo los tableros. No en vano, Cajasol es el segundo mejor reboteador ofensivo de la liga (13,39) y el tercero en rebotes totales (37,22), y Unicaja es el tercero en rebotes ofensivos (12,67) y segundo en rebotes totales (37,56). De esa batalla dependerá en gran parte el futuro del gran partido de esta tarde en el Carpena.