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El Cajasol quiere que hoy sea un día para recordar

El Cajasol afronta hoy una oportunidad histórica, la de colocarse por tercera vez en su historia en las semifinales de la ACB, y como en las dos anteriores, convirtiéndose en verdugo del Madrid. Joan Plaza pidió un San Pablo a reventar para concretar el milagro.

el 21 may 2010 / 21:45 h.

El viejo San Pablo rejuvenece hoy con un partido que puede pasar a la historia si el Cajasol consigue la machada de ganar de nuevo al Real Madrid para colocarse en las semifinales de los play off de la Liga ACB. "Un milagro que puede hacerse realidad después de estos 40 minutos viniendo de donde venimos", recordó ayer Joan Plaza sobre el parquet de la otrora emblemática instalación.

No le falta razón. Hace justo un año, el Caja estaba de vacaciones después de pasarlas canutas para mantener la categoría, juntando diez victorias, justo la mitad de las que lleva el equipo bancario esta temporada. Por ello, el entrenador barcelonés cree que ha llegado el momento de rendir pleitesía al enorme trabajo de este grupo de jugadores que se marcó un partidazo el jueves en Vistalegre.

"Esta situación se da pocas veces y necesitamos la implicación de todos, la ciudad debe estar aquí mañana con nosotros, como está con el Sevilla, el Betis, en conciertos, donde haya un hecho relevante. Cada asiento vacío es una canasta que le damos al Real Madrid", dijo en su arenga Plaza, quien, pese a esperar un partido muy complicado "veo en los ojos de mis jugadores ganas de liarla". "Estos jugadores merecen esta experiencia, han trabajado por encima de sus propios límites y si por una vez el deporte fuera justo jugaríamos las semifinales. Porque es un equipo que despierta ilusión, que pelea siempre, que lucha por balones imposibles, debemos tener esa recompensa y celebrarlo en casa", deseó.

En esa misma línea, solicitó que, pase lo que pase en este segundo partido del play off ante el Real Madrid "me gustaría que los jugadores tengan que salir dos veces a la pista porque la afición les muestre su apoyo por el trabajo realizado".
Más centrado en aspectos internos del duelo, no duda de que el Cajasol "debe ser fiel a su estilo" y también subrayó la necesidad de "canalizar bien la ansiedad. Los nervios jugarán su papel". "Estará un equipo contra un grupo de estrellas que se encuentra en una situación difícil, cerca de quedarse sin nada cuando aspiraban a todo y eso es duro. El Madrid intentará correr más, dominar el rebote ofensivo. Nosotros, con nuestro estilo, debemos aprovechar la oportunidad cuando se presente para hacer realidad lo que parecía un milagro".

El Real Madrid ya sabe lo que se va a encontrar en San Pablo. Al menos esa es la intención del Cajasol, repetir al 90% el partido de Vistalegre. Ese 10% corresponde a dos aspectos que el conjunto sevillano quiere cambiar para controlar más si cabe su destino: se trata del número de pérdidas, 17 en el primer choque, y el rebote defensivo, después de ceder 18. Antes de saltar ayer a la cancha para realizar un suave entrenamiento marcado por el buen ambiente pese al cansancio, Plaza les puso un vídeo con esos aspectos a mejorar.
La parte buena la llevan marcada a fuego: un partido de ritmo bajo, agotando al límite las posesiones -el barcelonés prefiere que suene la bocina sin tirar antes de hacerlo en malas posiciones que faciliten el contrataque-, con un trabajo defensivo impecable, solidario, donde los cinco hombres se muevan al unísono cerrando las líneas de pase, ansiando el robo y a partir de ahí, tratar de correr. El Cajasol necesita un partido por debajo de 70 puntos. Fuera de ese límite, ante un Real Madrid que promedia en liga en ataque 81 sus posibilidades se reducirían considerablemente. Para ello debe seguir la estela de la exhibición de Madrid, donde los blancos sólo promediaron un 39% en tiros de dos y un 20% en tiros de tres, porcentajes arrancados por la defensa cajista, que debe mandar sobre el partido.

El equipo de Messina llega herido y eso le hace peligroso. Están al borde de un gran fracaso de temporada en una sección con un presupuesto de 30 millones de euros. Llegan noticias del mal ambiente que hay en ese vestuario, propiciado en gran medida por los cambios de rumbo del técnico italiano, que, por ejemplo, castigó el jueves a Almond, su último fichaje, unas semanas después de contratarlo, y cortó a Kaukenas por un jugador que llevaba meses sin jugar por lesión, Van den Spiegel. En el Caja, lo contrario, parece una balsa de aceite. "Estoy tan cansado que no me siento las piernas ni las manos, pero esto es el baloncesto y estamos a un pasito de la historia", decía ayer Savanovic, autor de 19 puntos en Vistalegre. "El tobillo lo tengo mal, pero quién se quiere perder este partido", decía Andrés Miso en Radio Marca.

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