Con dos jornadas aún por delante, el Cajasol clausuró una temporada de contrastes diciendo adiós a un play-off que ya le era inasequible desde antes de soñar en la Final Four de la Eurocopa en Treviso. La derrota ante un Bizkaia Bilbao Basket más tenso anticipa las vacaciones para los sevillanos.
Y eso que el cuadro de Joan Plaza había comenzado el encuentro entonadísimo, como si esa ausencia de presión que le acompaña desde la aventura continental hubiera sido el aceite con que engrasar las muñecas, y anotando en tacadas de tres puntos, hasta cinco con tres triples y dos canastas de dos más adicional.
Un tino que sorprendió a un rival aún desperezándose (12-3) pero que no tardó en ponerse las pilas gracias en buena medida a su poderío en el rebote ofensivo, que le proporcionaba segundas y terceras oportunidades.
Así, los visitantes fueron limando la desventaja hasta darle la vuelta al marcador en un fulgurante arranque de segundo cuarto, con parcial 0-7 (19-23) que volverían a repetir en los instantes previos al descanso, cuando Marko Banic se beneficiaba una y otra vez de pases doblados bajo el aro cajista.
Entre ambas rachas vizcaínas emergió la figura de Louis Bullock, que asumió su rol de killer para engarzar una decena de puntos con que mantener el pulso que proponían Chris Warren, más acertado en ataque que persiguiendo a Sweet Lou, y el belga Axel Hervelle con sus larguísimos brazos.
Un triple de Mindaugas Katelynas, el hombre que había desprecintado el marcador con un 2+1 tras alley-hoop de Tomas Satoransky, puso el 40-43 cuando se alcanzaba el ecuador. Para entonces, el Caja había logrado cerrar su rebote, pero las 13 asistencias del Bilbao hablaban a las claras de que la defensa de ayudas no acababa de funcionar.
A la vuelta de vestuarios, los locales repitieron salida en tromba, con un 8-0 que esta vez tuvo otro modus operandi, el de los tiros letales desde cuatro metros de Paul Davis, al que secundaba Kaloyan Ivanov con un par de palmeos de fantasía y mostrando su excelencia en las capturas.
El Caja abría una brecha de siete puntos (56-49) que, no obstante, iba a esfumarse ante los alardes de clase de un inmenso Hervelle, cuyo rol secundario en las filas vascas resulta incomprensible, mientras el griego Dimitros Mavroeidis rebañaba todo balón suelto.
Con el partido de nuevo a contrapié, a los hombres de Plaza no les quedaba otra que intensificar la lid en defensa para atosigar al rival y encontrar algún recurso ofensivo con el que romper la movilidad de los visitantes. Apareció en forma de dos triples de un Tariq Kirksay al mando de las operaciones ante la escasa claridad de Juan Alberto Aguilar.
Pero el equipo de Fotis Katsikaris replicó con la misma medicina (Blums y Jackson) y volvió a abrir hueco (66-74) ante un Cajasol cada vez más ofuscado y empecinado en acciones ofensivas sin claridad ni convicción. Así, la fe alcanzó para estrechar el cerco a 1’45” (73-76), pero el oficio de Mumbrú, triple imposible tras defensa perfecta local, impuso la ley de las matemáticas. A descansar y reflexionar.
- Ficha técnica:
78 - Cajasol (19+21+20+18): Sastre (5), Bullock (18), Triguero (5), Satoransky (5) y Katelynas (6) -cinco inicial-, Kirksay (9), Davis (14), Aguilar (0), Ivanov (10) y Urtasun (6).
83 - Bizkaia Bilbao Basket (16+27+21+19): Warren (11), Mumbrú (11), Sonseca (2), Banic (10) y Jackson (7) -cinco inicial-, Fisher (10), Vasileiadis (5), Mavroeidis (9), Blums (3) y Hervelle (15).
Árbitros: Araña, Arteaga y Cardús. Sin eliminados.
Incidencias: partido correspondiente a la jornada 32 de la Liga ACB, disputado en el Municipal de San Pablo ante unos 3.600 espectadores.
