El técnico, Magú, es manteado tras el éxito.
La irrupción de la ansiada primavera marca también el florecer del voleibol sevillano, que recupera su sitio en la élite de la mano del Cajasol Voley. El equipo de Dos Hermanas salvó ayer el último escollo que le faltaba para conseguir el hito del ascenso a la máxima categoría casi un cuarto de siglo después de su última experiencia en División de Honor y 14 años después de que el CV Arahal fuera el último conjunto sevillano en la élite. Cumplido el objetivo, se plantea el reto de pergeñar un proyecto firme y sólido para competir con todas las garantías en una Superliga terrible: por ejemplo, el MultiCaja Fábregas maño, subcampeón de la Copa del Rey ayer mismo, ha descendido.
Aunque antes toca disfrutar y repartir responsabilidades de un éxito cimentado al calor de la afición de Los Montecillos y a todas luces justo dado que el conjunto nazareno prácticamente no ha abandonado en todo el curso el liderato de la Superliga 2.
1) El ‘mago' Magú. El primer artífice del ascenso es, sin duda, el técnico José Manuel González, conocido como Magú, que llegó a Sevilla hace tres años y, tras dirigir al equipo femenino un año, se hizo cargo del masculino la campaña 2008/09, ocupando el puesto que le cedió Ricardo Lobato, a quien corresponde otra importante porción del éxito por su etapa como técnico y por su gestión como director deportivo en estos dos últimos años.
2) El ‘presi' Marín. Involucrado en el equipo desde que se fundara en 1980 como Club Agrupación Voleibol (CAV) Esquimo, Antonio Marín fue responsable de la cantera antes de acceder a la presidencia en 1989, con el club sumido en una crisis económica tras los años dorados. Tras dos décadas de trabajo, el presi era ayer feliz: "Por fin ha llegado el momento de subir después de tener que renunciar muchas veces. El equipo es muy bueno y lo ha demostrado a lo largo de la liga".
3) Respaldo de Cajasol. El dirigente adelantó que la entidad financiera les ha transmitido su apoyo para sustentar el presupuesto -en torno a los 400.000 euros para luchar por la permanencia-, aunque será necesario buscar algún otro patrocinio que permita aspirar a algo más. El gasto en desplazamientos no variará mucho (hay otros dos equipos andaluces, Unicaja Almería y Puerto Real), pero avales, inscripción o árbitros son más costosos en la Superliga, en la que se pueden tener hasta seis o siete extranjeros, por cuatro en la categoría de plata. Será preciso reforzar la plantilla y el staff.
4) Columna vertebral. El esqueleto del equipo está conformado por hombres de la casa: el capitán Mario Segura, de Sevilla capital, los nazarenos Javier Justiniano y José Ponce -ayer en la grada por una lesión de tobillo-, los palaciegos Miguel Ángel Garamendi y Estéfano Nassini, el gaditano Borja Utrera o los onubenses Sergio Vega y David Garrido, éste último aquejado de una grave enfermedad desde diciembre y del que Magú quiso acordarse ayer y dedicarle el ascenso en un bello gesto.
5) Brasileños y Morata. El resto del plantel lo integran el manchego Dani Morata, que apostó fuerte viniendo del CAI Teruel, campeón de la Superliga 1, y el imprescindible cuarteto brasileño: Alan Santos, Bruno Mesquita, Ederson da Silva y Carlos Leandro da Silva, Carlao.
6) Pepe Díaz, el maestro. No se perdió el partido, y eso que estaba invitado a la final de Copa en Zaragoza. Pepe Díaz, nazareno de pro e institución del voley andaluz y español, dirigió al Esquimo en los dorados años ochenta, clasificándolo dos veces quinto en la División de Honor y jugando la Copa Confederación europea, en la que el equipo sevillano cayó ante el Leixoes portugués.
7) Revancha con Vigo. La temporada aún no ha finalizado, pues resta una jornada en la que el Cajasol debe visitar al Vigo el sábado próximo para dirimir quién es el campeón de la Superliga 2. Los gallegos eliminaron a los nazarenos en la Copa. Toca revancha.
