Kristaps Porzingis ha decidido colocarse ya en la órbita de la NBA. Su agente, Pere Gallego, miembro de la agencia You First Sport, confirmaba ayer a la web especializada Draft Express la intención de declararle elegible en la próxima edición del Draft NBA, una decisión que incluso ha causado sorpresa entre los medios de comunicación estadounidenses expertos en la materia, seguramente porque, dado su poco bagaje en el baloncesto profesional se le situaba en las elecciones de los próximos años, y no ya en la primera oportunidad en que puede hacerlo, tras cumplir el requisito de contar con al menos 19 años (2 de abril de 1995).
Que Porzingis haya decidido dar este paso no significa que vaya a abandonar el Cajasol. Incluso en el caso de que ocupe un puesto en la primera ronda (compuesta por los primeros 30 jugadores), algo que en las quinielas de estos días en las webs especializadas le otorgan (DraftExpress lo ubica en el puesto 23), parece poco probable que el talentoso letón dé de forma tan prematura el salto a la liga profesional norteamericana, en pleno proceso de formación y cuando, sobre todo desde el punto de vista físico, pero también en cuanto a conocimiento del juego, le resta mucho margen de progresión. Pero lo cierto es que existe la posibilidad. Si es elegido en primera ronda tendrá garantizado un contrato de tres años con la franquicia que lo elija, y dado que la cláusula de rescisión del contrato que aún le resta, por otros tres años, con el club sevillano, es ciertamente asequible (ronda los 400.000 euros, mientras el tope que tienen permitido pagar las franquicias NBA para estos casos para la temporada 2014-15 es de 600.000 dólares, según el Convenio Colectivo, que para la 2015-2016 fija 625.000 dólares) el aspecto económico no sería un inconveniente. Otra cosa es que parece una locura que se marche de un equipo que le garantiza minutos y con el que puede preparar un plan para alcanzar la progresión que le posibilite en el futuro tener protagonistamo en la mejor liga del mundo. Si finalmente entra en el draft (tiene hasta el 16 de junio para retirarse) obviamente se coloca en el mercado y se hace más visible, después de una temporada en la que los scouting de varias franquicias NBA, sobre todo Denver, Dallas o Washington, lo han visto en directo en muchos partidos de la ACB.
La decisión de entrar en el draft también puede deberse a que tenga ya un acuerdo con alguna franquicia interesada e interesante para el jugador, que lo elegiría para después permitirle continuar algunos años más en Sevilla (parece lo más lógico) o en otro equipo, en un año que, además, llama la atención que decida declararse elegible cuando va a ser uno de los drafts, según los expertos, con más nivel de los últimos años, lo que complica ser elegido en la primera ronda.
