Plácidamente duerme Sergio, ajeno al es- truendo de los tambores y trompetas de la charanga que lleva sólo unos pasos por delante. Es, con toda probabilidad, a sus cuatro meses, el futuro sindicalista más joven de la manifestación que, convocada por CCOO-A y UGT-A, puso ayer el punto y final a las movilizaciones de delegados sindicales que se han desarrollado desde febrero en cada una de las provincias.
Futuro sindicalista porque de casta le viene. El abuelo, José Manuel, que empuja el carrito delante de la pancarta que encabeza la movilización, vinculado desde el 76 a UGT, y su madre -que también participó en la manifestación-, a CCOO desde hace una década. "Hay que hacer un llamamiento a los trabajadores para que sepan qué nos jugamos. Toca estar unidos", dice José Manuel, que criticó el papel que están jugando los empresarios, "aprovechando las vacas flacas para quitarse trabajadores de encima", lamentó.
Ése fue uno de los mensajes que todos los líderes, tanto provinciales, regionales como estatales, de ambas organizaciones sindicales recogieron en sus discursos ante los manifestantes, que salieron desde la Plaza de la República Dominicana hasta desembocar en la glorieta de San Diego, en el Prado.
Varios miles de personas -6.000 para la Policía, 15.000 para los convocantes- calentaron las calles con un ambiente festivo en la que se ha convertido en la antesala a la que espera sea la gran movilización del Primero de Mayo.
Horas antes de conocerse la propuesta de la patronal sobre el abaratamiento del despido y el nuevo contrato indefinido "no fijo", los sindicatos ya mostraron su rechazo más rotundo a todo lo que signifique recortar derechos o prestaciones y retroceder en las relaciones laborales, a través de la negociación colectiva, y avisaron de que serán "muy exigentes" en este capítulo, señaló el secretario de Organización de UGT-A, Francisco Fernández.
Tras tener un recuerdo cariñoso para Manuel Pastrana, secretario general de UGT-A, quien se encuentra hospitalizado, apelaron a la "responsabilidad social y moral" de banca y empresarios para no defender sus propios intereses sino los de familias y trabajadores que, recordaron, "no han sido los causantes de esta crisis, sino las víctimas".
Menos afectuosas fueron las palabras dirigidas al gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, a raíz de poner en cuestión la salud de las pensiones. "Atacando el sistema público, que es solvente, hay quien parece pluriempleado y quiere beneficiar a los fondos privados", apostilló Cándido Méndez, secretario general de UGT.
Francisco Carbonero, secretario general de CCOO-A, recordó al nuevo presidente de la Junta, José Antonio Griñán, y aunque comulga con buena parte de su discurso, exigirá respuestas inmediatas ante la crisis y un refuerzo de la protección social, el problema más acuciante de todos, recordó Ignacio Fernández Toxo, responsable estatal de CCOO.
