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«El cambio económico arranca en Andalucía»

Zapatero quiere estrenar en Andalucía su receta para cambiar el paso a la economía española. Su Gobierno pactará con la Junta un plan para aplicar de forma preferente en la comunidad la futura ley de economía sostenible. El ladrillo y el cemento, avisó, dejarán de ser el corazón que bombee la economía.

el 16 sep 2009 / 03:15 h.

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Zapatero quiere estrenar en Andalucía su receta para cambiar el paso a la economía española. Su Gobierno pactará con la Junta un plan para aplicar de forma preferente en la comunidad la futura ley de economía sostenible. El ladrillo y el cemento, avisó, dejarán de ser el corazón que bombee la economía.

Faltaban veinte minutos para las doce cuando una hilera de coches con lunas tintadas condujeron al presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, al interior del velódromo de Dos Hermanas (Sevilla). Su lugar fetiche en Andalucía. Allí, con más huecos de lo habitual, le esperaban unas 25.000 personas llegadas en 350 autobuses -según la organización-. En el backstage le recibieron el vicepresidente tercero de su Gobierno y secretario general del PSOE-A, Manuel Chaves, junto al presidente de la Junta, José Antonio Griñán, y Magdalena Álvarez, tres en la lista socialista a las europeas.

A ellos les comunicó, pocos minutos antes de subir al escenario, que traía "un nuevo compromiso" con Andalucía y que durante su intervención iba a avanzar su intención de que sea en esta comunidad donde se estrene el ambicioso plan de reformas estructurales de la economía por el que apostó en el Congreso durante el Debate sobre el Estado de la Nación. Así lo relataron fuentes del Gobierno y del PSOE andaluz, que confiaban en un guiño de Zapatero con esta tierra en el que fue el mitin central de la campaña de las europeas en la comunidad.

El vuelco al modelo económico español lo tiene que pactar el Ejecutivo de la nación con empresarios y sindicatos antes de plasmarlo en una ley de economía sostenible. El primer gesto con Andalucía será trasladar a esta comunidad el Consejo de Ministros que "próximamente" -no barajó ninguna fecha- aprobará la norma. El único horizonte temporal que manejó Zapatero es que esas medidas tienen que entrar en marcha durante la presidencia española de la UE, que arranca en el primer semestre de 2010.

El siguiente paso será echar a andar un plan, que el socialista bautizó como Andalucía Sostenible, a través del que Gobierno y Junta desarrollarán esa ley. Fuentes del Ejecutivo autonómico y del PSOE andaluz aseguraron que aún es "pronto" para concretar en qué va a consistir. No está cuantificado, aseguraron, ni se sabe si se va a traducir en un nuevo monto de inversiones para Andalucía. Los equipos de Zapatero y Griñán tendrán que empezar a reunirse para darle forma y dotar de contenidos lo que ayer -admitían- es poco más que una apuesta bajo un nombre. De momento, el presidente andaluz ha citado hoy a sus consejeros de Presidencia y Economía para empezar a trabajar en este asunto.

La nueva economía que defiende Zapatero va a "cambiar muchas cosas", avisó el presidente del Gobierno. Apuesta por dejar atrás el ladrillo como motor económico y reforzar las inversiones en innovación, nuevas tecnologías o energías renovables. También empujará por un nuevo modelo de turismo, "renovado y más sostenible". Los datos oficiales señalan que la construcción supuso un 11,4% del PIB andaluz en el último cuatrimestre de 2008 y el turismo aportó un 12,5%.

Los socialistas apuntan que Andalucía debe a partir de ahora ocupar un lugar preferente en la agenda del presidente. Los sondeos manejados en Ferraz antes de que Chaves dejara la Junta y zanjara su sucesión designando a Griñán, encendieron las alarmas por mostrar un recorte de las distancias entre PSOE y PP y cierto agotamiento en la comunidad, su granero de votos clave. De consumarse sería letal para los socialistas, que saben que ningún presidente de este partido puede estar en La Moncloa si no se moviliza su electorado andaluz. Zapatero dio ayer muestras claras de que tiene ese mensaje en su cabeza y de que está dispuesto a volcarse con Andalucía, una comunidad también muy amenazada por la abstención el 7-J. "Voy a trabajar codo a codo con Griñán", proclamó rotundo, tras pedir el voto de los jóvenes en la comunidad de menos edad del país.

El mitin fue también el primero en el que el Chaves se dirigió a los militantes andaluces tras despedirse de 19 años en la presidencia de la Junta. Y el debut de Griñán como presidente en un acto multitudinario. Todos los líderes socialistas se empeñaron en sus intervenciones en no dejar de agitar la memoria de los "años negros" que supuso la etapa del Gobierno de Aznar para Andalucía -el ex presidente fue más mentado que Rajoy-, en recordar la memoria de la guerra de Irak y su alianza con Bush. El objetivo final era recalcar que "la crisis tiene culpables y responsables", apuntando directamente al modelo neoliberal del PP.

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