Los datos hablan por sí solos. Más de 6.400 peregrinos realizaron en 2009 el Camino de Santiago por la Vía de la Plata; desde la Catedral de Sevilla, a los pies del Apóstol en Compostela. Sin embargo siete de cada diez son de fuera. "En el libro de firmas del albergue de Castilblanco han dejado constancia de su paso visitantes de más de 40 países", indicó ayer Juan Ramos, el presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Sevilla, en el acto inaugural del II Congreso Internacional de los Caminos de Santiago.
La asociación prevé que con motivo del año jubilar los peregrinos llenen de nuevo los caminos. De esta manera, ante la saturación del camino Francés y el camino del Norte, el camino Mozárabe o de la Vía de la Plata se redescubre como un revulsivo.
Al calor del camino descansan los intereses de poblaciones como Castilblanco. "Estamos ante un dragón dormido al que hay poco a poco que despertar. Castilblanco ocupa un lugar preferente en la lista de los diez municipios más emergentes en los caminos y, en la práctica, contamos con unas infraestructuras envidiables y pretendemos que el pueblo siga siendo referencia y los vecinos se identifiquen con la vía", aclara Antonio Vela, concejal de Turismo.
A la inauguración del congreso asistieron los delegados provinciales de Medio Ambiente y Turismo, Pilar Pérez y Francisco Obregón; representantes de asociaciones de las provincias vinculadas al camino por la Vía de la Plata, y entendidos en la materia como Robert Plötz, miembro del comité internacional de expertos del Camino de Santiago y presidente de la Sociedad Alemana de Estudios Jacobeos, que lanzó una advertencia: "Los caminos, cada vez más numerosos, no deben ser una distracción al objetivo último que es Santiago". Los tintes históricos en el acto inaugural vinieron de la mano de una representación de los Fratres de Cáceres, germen de lo que más tarde sería la Orden de Santiago.
