El Sevilla intentará mantener el cetro europeo y conquistarlo por cuarta vez en su historia. Foto: EDD.
El 14 de mayo -el pasado domingo se cumplieron cuatro meses de esta fecha- el Sevilla volvía a tocar el cielo con los dedos. Rakitic levantaba al cielo de Turín el cuarto entorchado europeo de la entidad -el tercero en la Europa League o Copa de la UEFA- y a todos los sevillistas se les vino el deja vú de Javi Navarro, por dos veces, levando esa misma copa (denominada paragüero por la sevillanía) en 2006 y 2007. Muchas cosas han pasado desde entonces, desde aquel 10 de mayo de 2006 en Eindhoven. El club se quitó los grilletes de la historia y ha derribado los muros de su propia prisión (presión) para escribir sus páginas más doradas.
Sin embargo, en este deporte se vive del día a día. El pasado queda encerrado en los libros de historia. Se recuerda cuando el presente es gris y anodino. No es el caso del Sevilla. Esta noche arranca una nueva presencia en su competición. Incluso podría sumar frente al Feyenoord, histórico adversario que visita el Sánchez-Pizjuán, su quincuagésima victoria en el torneo. Un número impresionante para un club que vivía, no hace tanto tiempo, la clasificación para competiciones europeas como el mayor éxito que pusiera pensarse. No en vano, el martes publicó El Decano Deportivo que se cumplía una década de la primera clasificación, tras ocho años, del Sevilla para Europa. Aquello fue festejado como un éxito, con aquel gol de Baptista a Osasuna. Cómo cambian los tiempos. Quién lo habría imaginado.
Y para dar lustre al rabioso presente, Unai Emery. El entrenador ha saboreado las mieles del triunfo con su Sevilla, y esa sensación es tan embriagadora que no permite pensar en nada más, noche y día. Por ello, y con la experiencia que trae del pasado en competiciones europeas, el vasco sabe que las liguillas, más si cabe en UEFA por la relativa entidad de los rivales, suelen provocar problemas a los equipos más poderosos. Se tiende a una excesiva a la relajación. No suele ser el caso del Sevilla, aunque ya en la pasada edición dio muestras de cierta debilidad y despistes impropios de un equipo de primer nivel. Los empates ante Slovan y Estoril en casa a buen seguro que entrarán en la charla que Unai les dé a los suyos horas antes de saltar al terreno de juego. Un Sánchez-Pizjuán que se ha puesto el mono de trabajo, al igual que el equipo, viendo que los obreros son mayoría en la plantilla, por lo que convertir el estadio en una caldera puede dar el plus que necesite el conjunto para ponerse por delante.
Y para animar, más si cabe, a la hinchada nervionense, el técnico tiene previsto refrescar su alineación. Las caras nuevas siempre alegran a los aficionados. Es como con los fichajes, cuanto la cantidad sea más alta, mejor verano para los hinchas que ojean los periódicos en la playa. Aunque el director deportivo, como reconoció el martes, haya pasado un verano de aúpa. Demasiadas novedades en una plantilla, con unos suplentes que deben ir cogiendo peso en el equipo titular y entrar desde ya en las rotaciones. La competición se aprieta, los partidos no dejan apenas entrenarse a los jugadores y una plantilla de más de 20 profesionales debe de estar al 80% involucrada, como mínimo, para que todo funcione.
La principal duda para el preparador vasco está en la portería. Beto, de modo casi milagroso, se ha recuperado de su lesión muscular. Ha acortado tanto los plazos que la sombra de una recaída planea sobre el portugués. Unai lo sabe y, pese a que pueda tener el alta médica para esta noche, el buen partido que realizó Sergio Rico contra el Getafe hacen pensar que será el canterano el que ocupe la meta. De optar por el portugués y producirse una lesión, el lío está asegurado.
Además del debate en cuanto a la portería, el entrenador avisó en rueda de prensa que pretende hacer varios cambios en su alineación inicial. Jugando en Córdoba el domingo, lo lógico es que se realicen entre cuatro y seis cambios. Con el equipo armándose en este arranque de temporada, lo normal sería introducir variaciones en zonas del campo que tengan menos influencia en el funcionamiento defensivo, es decir, en los costados y la delantera. Los laterales, con Fernando Navarro y Diogo en buen estado de forma, podría ser los primeras novedades de Emery. También se espera que los extremos cambien de dueños. Reyes, que ayer acudió a sala de prensa y eso es señal sintomática de que va a jugar de inicio, podría partir desde la izquierda, ya que es el único sustituto natural de Vitolo.
El utrerano se movió el pasado año por el otro costado, pero allí pugnan Aleix Vidal y Deulofeu por una plaza. Precisamente el canterano del Barcelona es una de las caras nuevas que desea ver la afición. Terminó enfadado por no tener minutos con el Getafe. Unai lo sabe y está gestionando la ansiedad del catalán de agradar. Hoy puede ser su noche. La última novedad podría estar en la mediapunta, con Banega y Aspas luchando por acompañar a Bacca. El escenario está preparado. Europa llama a la puerta del Sánchez-Pizjuán. Alineaciones probables:
Sevilla FC: Sergio Rico; Diogo, Pareja, Carriço, F. Navarro; Krychowiak, Iborra; Deulofeu, Banega, Reyes; Iago Aspas.
Feyenoord: Mulder; Wilkshire, Van Beek, Mathijsen, Kongolo; Clasie, El Ahmadi, Vilhena; Te Vrede, Shaken y Boetius.
