Economía

El campo como botín para los ladrones

Los robos aumentan en las explotaciones agrarias

el 08 sep 2010 / 21:09 h.

Las tuberías de las infraestructuras de riego son presa fácil para los cacos.

Media docena de denuncias ha interpuesto Francisco Ruano, agricultor de Dos Hermanas, ante la Guardia Civil por robos en sus almacenes agrícolas e instalaciones ganaderas. Y más o menos son las que acumula Manuel Mena, de la localidad sevillana de Sanlúcar La Mayor. "Desde hace cuatro meses el problema de los hurtos ha aumentado en el campo, y ahora con la recogida de la aceituna de mesa nos tememos que aún aumenten más", se quejan en la organización agraria Asaja.

Son habituales esos hurtos en la campaña del verdeo durante la noche, con furgonetas que se cargan de aceitunas y rondan las empresas de entamado para que las compren. Negocio furtivo para el que son necesarios dos partes, la que roba y la que adquiere lo robado.

Y los rateros no tienen nada en consideración, relata otro de los afectados, Francisco Díaz. "Hasta los vallados que guardan el ganado, con el peligro que supone que éste quede libre y que camine por las carreteras".

Es el caso de Ruano. De su explotación caballos se llevaron las vallas. "Pues menos mal que lo hicieron por la noche y, así, los animales se quedaron quietos y pudimos repararlas por la mañana". Si en vez de caballos, agrega, hubieran sido toros, menuda la que habrían liado.

"Empezaron por las rejas de la casa de campo, continuaron por los termos eléctricos, después las bombas de presión del agua, los postes de las vallas... Ayer mismo, unas cancelas", se lamenta Mena. No paran, añade. "Por aquí cerca, a mis vecinos, cables de cobre, remolques de ganado, el aire acondicionado de una granja de avestruces y hasta los techos metálicos de las naves".

Los tres lanzan a la vez un qué hacemos, porque por muchas denuncias que interponen -ante la Guardia Civil-, "son pocas, o más bien muy pocas, las que terminan por descubrir a los culpables de los robos". "A veces, hemos visto a quiénes son, pero no podemos jugarnos la vida y salir tras ellos sin saber qué reacción tendrán o si son violentos o no. Al final, no hay más remedio que acudir otra vez al cuartel y que te rellenen la enésima denuncia".

Se quejan, asimismo, de la escasa atención que le dedican las autoridades. "Quizás buscar a los que compran lo robado, las chatarrerías, por ejemplo, es un buen arranque. ¡Si hasta en el Charco de la Pava [un mercadillo de Sevilla] hay productos que podemos identificar como nuestros, y que se venden muy temprano!"

En estos meses de verano, los cacos han ido especialmente a por las tuberías de riego, ocasionando no sólo graves daños a las infrestructuras del regadío, también a las cosechas, melones, sandías, algodón, tomates... En ocasiones, tuberías en una furgoneta, frutas en otra.

No sólo por la noche, que todo lo oculta. Los robos se producen a plena luz del día, sobre todo durante las horas de siesta, cuando el campo duerme. Y los ladrones tampoco son tontos. Se conocen qué, dónde y cómo hurtar y, además, si el botín no excede de los 300 euros, se considera una falta de hurto, pero no delito de robo. Por si los trincan con las manos en la masa.

Se han llegado a robar hasta pipas de girasol, no para extraer aceite, sino porque eran para comerse como frutos secos. Hasta hace unos meses, cuando el ganado tenía un buen precio, los cuatreros hacían de las suyas robando ganado en la Sierra Norte de Sevilla, aunque ahora el botín es otro, vallas, placas solares, cobre, cosechas... Y en la mente, la campaña del verdeo, cuando son tradicionales los hurtos de aceitunas y las furgonetas merodeando por los campos.

Por ello, Asaja-Sevilla instó ayer a las administraciones a que se refuercen los medios de la Guardia Civil y la Policía Nacional en el medio rural y a que se potencie la vigilancia ante el aumento de los robos que se están produciendo en los últimos meses en las fincas.

Estos hechos delictivos son continuos y frecuentes en prácticamente todos los municipios de la provincia de Sevilla, aunque en los últimos meses los ladrones se están cebando en las comarcas de la Vega, Estepa, la Campiña, la Sierra Norte y el Aljarafe, así como en los términos municipales de Dos Hermanas, Alcalá de Guadaíra, Écija y Morón de la Frontera.

Asaja reconoce el esfuerzo realizado por la Guardia Civil en los últimos meses, aunque el campo "continúa siendo terreno abonado para los ladrones".

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