Local

El campo tensa la cuerda

Los agricultores sevillanos se levantan hoy listos para secundar un paro indefinido en el campo. Una vez más la negociación del convenio colectivo y las legítimas reivindicaciones salariales vuelven a enfrentar en las fincas los intereses de trabajadores y empresarios.

el 15 sep 2009 / 03:58 h.

Los agricultores sevillanos se levantan hoy listos para secundar un paro indefinido en el campo. Una vez más la negociación del convenio colectivo y las legítimas reivindicaciones salariales vuelven a enfrentar en las fincas los intereses de trabajadores y empresarios. El paro se hace realidad además cuando más daño hace. En plena recogida del melocotón y la nectarina, convertidas así en armas de presión para los trabajadores del sector. El acuerdo a priori parece complicado. Mientras los 120.000 sevillanos y sevillanas que trabajan en el sector reclaman subidas que superan en varios puntos la inflación para recuperar parte de su poder adquisitivo perdido, los empresarios responden que semejantes costes laborales no pueden ser asumidos por sus compañías tras la caída de rentabilidad que las explotaciones sufren en los últimos años y la situación de fuerte reajuste económico general que acaba de comenzar. A ninguna de las dos partes le falta razón. Los agricultores siguen observando con desesperación como sus ingresos no se corresponden ni de lejos con los elevadísimos precios que los consumidores pagan en las tiendas por los productos agrarios. En un momento además en el que el precio de los alimentos amenaza incluso la estabilidad de algunos países es legítimo que el productor se enfurezca. La patronal del campo a su vez observa como la superficie explotada debe reducirse cada temporada por falta de beneficio y el parón que frena la economía lastrará también sus resultados al menos durante el próximo bienio. Pero los agricultores y la patronal sevillana estarían más próximos de lo que creen porque tienen objetivos comunes. Los dos se juegan mucho a partir de hoy. Y no sería bueno para ninguna de las partes que adoptaran decisiones sin una alta dosis de prudencia. El campo pesa mucho en las cuentas de Sevilla y el ciclo económico actual será aún más perjudicial para ambas si el conflicto en las fincas se prolonga en exceso. Ante un escenario como el actual negociar es la más sabia consigna.

  • 1